Este primer domingo después de Navidad, y último del año, Francisco ha reflexionado en el ángelus de la plaza de san Pedro acerca de la Sagrada Familia, cómo Jesús, José y María “crecen juntos como familia en mutuo amor y confianza en Dios”. Esta confianza la mostraron al presentar al Niño en el templo, entendiendo que pertenece a Dios y ellos son los guardianes de su vida, pero no sus dueños.
“Esto enfatiza que Dios es el Señor (…) todo proviene de Él y todas las familias están llamadas a reconocer esta primacía” ha señalado el Papa, que además ha pedido que “protejamos y eduquemos a los niños para que se abran a Dios, que es la fuente de la vida”. Además añadió que “los padres son los custodios de sus hijos, no sus propietarios”, añadió.
El Pontífice ha insistido en la idea de que Jesús viene al mundo “a derribar las imágenes falsas que tenemos de Dios (…) y hacernos resucitar a un auténtico viaje humano y cristiano basado en los valores del Evangelio”. Es un Dios que no excluye a ninguna familia ni a nadie, por muy marcado que esté por la debilidad, fracaso o la dificultad. “Cada vez que una familia regresa a la fuente de la experiencia cristiana, se abren nuevos caminos y posibilidades inimaginables”, ha recordado Francisco.
Finalmente, ha puesto a la Sagrada Familia como ejemplo para todos, especialmente en lo tocante a la educación y crecimiento de los niños “Están destinados a desarrollarse y fortalecerse, a adquirir sabiduría y a recibir la gracia de Dios, tal como le sucedió a Jesús, que es verdaderamente uno de nosotros”. María y José fueron testigos de este proceso y cumplieron su misión, “la misión a la que se orienta la familia: crear condiciones favorables para el crecimiento armónico y pleno de los niños” Ha concluido el Papa.
Tras el ángelus, el Sucesor de Pedro ha expresado su cercanía con las comunidades coptas ortodoxas de Egipto, que se han visto atacadas en los últimos días por terroristas en sus iglesias. “Que el Señor acoja las almas de los muertos, apoye a los heridos, a la familia y a toda la comunidad, y convierta los corazones de los violentos”, ha pedido.
Antes de despedirse, ha aconsejado este momento para agradecer a Dios por el año pasado y los bienes recibidos, y ha deseado a todos un feliz año nuevo.