Al menos 16 personas han sido asesinadas en un tiroteo a la salida de una misa de Año Nuevo en Nigeria. Unos pistoleros no identificados hasta el momento abrieron fuego contra los fieles que abandonaban el templo en el estado de Rivers, al suroeste del país, según recoge EFE.
En concreto, el suceso tuvo lugar en la localidad de Omoku, a unos 90 kilómetros al noroeste de la capital estatal, Port Harcourt. La Policía sospecha que los autores podrían pertenecer a alguna de las sectas que operan en la zona. Así, el gobernador de Rivers, Nyesom Wike, ha ofrecido una recompensa de 460.000 euros a quien pueda ofrecer información relevante sobre los autores de la matanza.
Los analistas políticos indican que este último ataque podría ser resultado de las tensiones y la rivalidad entre miembros del Congreso de Todos los Progresistas (APC, en sus siglas en inglés), del presidente Muhamadu Buhari, y del Partido Popular Democrático (PDP, en sus siglas en inglés), que gobierna en Rivers. Este estado ha sido escenario de un creciente número de asesinatos en los últimos tiempos, debido a la rivalidad entre sectas religiosas y entre grupos políticos.
La Iglesia alemana ha sido acusada de no hacer transparentes sus finanzas tal y como lo había prometido la Conferencia Episcopal Alemana en 2014 después de que el Vaticano suspendiera al obispo Franz-Peter Tebartz-van Elst por haber gastado más de 31 millones de euros en la renovación de su palacio episcopal. Una investigación del periódico alemán Handelsblatt denuncia que las diócesis acaparan gran parte del excedente anual del impuesto eclesiástico.
En 2016, la Iglesia alemana ingresó 6.150 millones de euros del impuesto obligatorio para todos los católicos que trabajan en Alemania. Tras el escándalo del obispo de Bling, los obispos prometieron que cada diócesis publicaría sus balances para finales de 2016 porque “sentimos y comprendemos el deseo de los fieles de estar informados sobre los activos de las diócesis y sobre cómo se está gastando el dinero”. Sin embargo, la promesa no se ha hecho realidad, puesto que algunas diócesis han publicado sus balances, otras solo en parte y tres de ellas no han aportado ningún dato.
El rotativo alemán afirma que las diócesis tienen activos de “al menos 26.000 millones de euros”. Así se espera que en 2017 aumenta su cantidad ingresada por este impuesto, ya que es obligatorio para los trabajadores declarados católicos aportar entre el 8 y el 9% de su ingreso neto anual y el paro es muy bajo en el país.
Una fundación independiente que supervisa la respuesta de la Iglesia holandesa a los abusos sexuales por parte del clero ha concluido que sus programas han proporcionado a las víctimas “reconocimiento, satisfacción y ayuda”. Así, se han destinado 28,6 millones de euros a indemnizar a las víctimas, según recoge The Tablet.
En un informe se recoge que desde 1945 hasta 2011 se trataron 3.712 denuncias de abusos en la Iglesia holandesa. De ellas, un total de 2.062 se examinaron al ser consideradas quejas formales. En 941 casos, se pagó una indemnización, limitada a 100.000 euros en los casos más graves.
El cardenal arzobispo de Utrecht, Willem Eijk, ha explicado que, con la fundación laica que investiga los abusos, la Iglesia “quería enfrentar abiertamente una página negra en su historia”. Así, cualquier nuevo caso de abusos será tratado por esta fundación. Además, el purpurado explica que ahora pueden ofrecer asesoramiento a otros sectores, como los deportes, el espectáculo o la política, que se enfrentan a problemas similares.