En un tiempo en el que se dan muchas comparaciones entre Benedicto XVI y Francisco –y en varias ocasiones se les ha intentado contraponer–, resulta que hay críticos con ambos pontífices a la vez y que proceden del mismo lugar.
Enrico Maria Radaelli, teólogo conservador, publicó en noviembre un libro titulado ‘Al cuore de Ratzinger, al cuore del mondo’, prologado por el profesor Antonio Livi, quien firmara la ‘correctio filialis’ que tachaba de “herejías” varias afirmaciones del Papa.
Según indica Andrea Tornielli, en dicho libro Radaelli se propone “rebatir una por una las enseñanzas” del ahora Papa emérito, particularmente las plasmadas en su libro ‘Introducción al cristianismo’, una de sus obras centrales, escrita cuando aún era profesor universitario en 1968, años antes de ser nombrado obispo.
Radaelli sostiene que en sus numerosos escritos, también los de su época papal, “los dogmas de la fe son reinterpretados con los esquemas conceptuales típicos del subjetivismo moderno”, lo que significa dejar de lado, “por considerarlos incomprensibles, los esquemas conceptuales de las Escrituras, de los Padres y del Magisterio”.
Por ello, la intención sin tapujos de Radaelli es “demostrar al mayor número de lectores posible, ser falsas y engañosas una por una y todas juntas las doctrinas enseñadas” por el Papa alemán, que además considera “profundamente erróneas, peligrosas para la fe como solo una síntesis de las doctrinas modernistas pueden ser”.
Por su parte, Livi, en el prólogo, secunda esta teoría, diciendo que “esa hegemonía de la teología progresista en las estructuras del magisterio y de gobierno de la Iglesia católica se debe también y quizás sobre todo a las enseñanzas de Joseph Ratzinger profesor, que nunca han sido negadas ni superadas por Joseph Ratzinger obispo, cardenal y papa”.
¿De dónde viene esta crítica?
Curiosamente, Enrico Maria Radaelli es un teólogo considerado por muchos como “ultraconservador”, discípulo del suizo Romano Amerio, que desde siempre ha sido muy crítico con el Concilio Vaticano II y con los papas elegidos desde que se celebrara.
En cuanto a Francisco, no es de extrañar que un autor preconciliar no le libre de las críticas. En una entrevista afirmó, al ser preguntado si Francisco es verdaderamente “el primer Papa del Concilio Vaticano II”, que “según lo que podemos entender por el Papa Bergoglio, ‘Papa conciliar’ tiene dos acepciones” siendo la segunda de ellas “Papa que implementa plenamente el Concilio Vaticano II, lo cual es una acepción herética, en cuanto que los dictámenes del Concilio también son heréticos”.
En la misma entrevista señaló que “cumplir el Vaticano II consiste en no enseñar nada más”, es decir que la Iglesia se sostenga a través de gestos vacíos, como parece considerar el Pontificado de Francisco.
Por tanto, como señala Andrea Tornielli, parece que las críticas al Papa Francisco no de sectores alineados con el Papa emérito como algunos quieren hacer creer, sino que son voces críticas también con Benedicto XVI y más concretamente con el Concilio Vaticano II.