Tras los bautizos que ha llevado a cabo en la Capilla Sixtina, el Papa ha presidido la oración del ángelus como cada domingo en la Fiesta del Bautismo de Jesús, que pone fin al periodo de Navidad.
“El Bautismo de Jesús nos invita a pensar en el nuestro – ha comenzado Francisco – Él quería recibir el bautismo predicado por san Juan, era un bautismo de penitencia: los que se acercaban querían ser limpiados de sus pecados”. Así, el Bautismo de Cristo deja ver su gran humildad, Dios hecho Hombre se “alinea” con los pecadores y penitentes para ser bautizado. “¡Qué gran humildad la de Jesús!”, ha exclamado el Papa. Ese gesto muestra el verdadero significado de la Navidad. “Su disposición para cargar sobre sí mismo los pecados y debilidades de los hombres para compartir su deseo de liberación y la superación de todo lo que les separa de Dios”.
“El Espíritu es el verdadero autor del Bautismo”
El Pontífice ha recalcado el momento que describe el Evangelio, cuando se abren los cielos y el Espíritu Santo desciende sobre Jesús como una paloma. “Es el Espíritu Santo que guió a Moisés por el desierto y ahora baja al completo sobre Jesús para darle fuerza en su misión. El Espíritu es el verdadero autor del bautismo de Jesús y del nuestro”. Además ha recordado cómo es también el Espíritu Santo “quien abre nuestros corazones a la verdad, impulsa nuestra caridad, es el don del Padre a cada uno de nosotros en nuestro bautismo”. Y fue en ese momento, cuando bajó el Espíritu sobre Jesús, cuando todos pudieron oír la voz del Padre diciendo “Tú eres mi Hijo amado, en Ti me complazco”, algo que, ha explicado el Papa, “confirma la identidad y misión de Jesús justo cuando está alineado con los pecadores y penitentes”.
Recordar el nuestro
En este día, el Papa ha invitado a todos os cristianos a recordar nuestro propio bautismo. “¿Recordáis el día que os bautizaron?”, ha preguntado. “Seguramente no porque la mayoría seríais muy pequeños como cuando me bautizaron a mí”. Pero ha dado un consejo a todos: “¿Y la fecha? ¿la sabéis? Sino la sabéis o la habéis olvidado, al volver a casa preguntad a vuestra madre, a vuestra abuela, a vuestro tío o tía, padrino, madrina… ¿Cuando me bautizaron? Y esa fecha debéis tenerla siempre en mente, porque es una fecha de celebración, es la fecha de nuestra santificación inicial, es la fecha en que el Padre nos dio el Espíritu Santo que nos impulsa a caminar”, ha concluido.
Finalmente, y tras la oración, ha invocado como de costumbre la protección de la Virgen María sobre todos, especialmente sobre todos los niños recientemente bautizados.
