Según denuncia ACNUR, la agencia de la ONU dedicada a la atención a los refugiados, unos 5.600 ciudadanos de República Centroafricana se han visto obligados a cruzar la frontera hasta el vecino Chad en solo unos días. Este último episodio se inició el pasado 27 de diciembre, cuando buena parte de la población de Paoua, en el distrito de Ouham-Pendé, se vio obligada a huir por el recrudecimiento de los combates entre dos milicias rivales, el Movimiento Nacional para la Liberación de Centroafrica (MNLC) y Revolución y Justicia (RJ).
La ciudad, situada en la región noroeste del país, lleva mucho tiempo padeciendo los brotes de violencia que, de hecho, ya llevaron a refugiarse en ella a 20.000 desplazados internos que, previamente, habían llegado hasta allí huyendo de otras crisis violentas. De hecho, según ha informado este lunes 7 de enero Médicos Sin Fronteras, la cifra de los que habrían llegado a Paoua sería en realidad de 30.000 desplazados.
Como detalla ACNUR, la gran mayoría de los que han huido hasta Chad lo han hecho a pie. Además, alrededor de otro millar de los que han escapado de Paoua son atendidos en campos de refugiados de la cercana ciudad de Goré.
Aparte de la denuncia, la agencia de la ONU también está ofreciendo, junto a otras entidades presentes en la zona, asistencia sanitaria a los que se encuentran en peor estado. Y es que sus condiciones son muy duras, habiendo sufrido ataques de los dos grupos armados y, posteriormente, en su intento de cruzar la frontera (oficialmente cerrada), todo tipo de vulneraciones en sus derechos humanos en los que no se excluye que hayan participado representantes de la Administración corruptos.
Como detalla Médicos Sin Fronteras en su comunicado, el panorama es desolador y hay “pueblos reducidos a cenizas, ejecuciones, secuestros y ataques indiscriminados”. De hecho, la entidad ha tenido que suspender su acción en los siete proyectos que sostiene en la zona.
Por todo ello, ACNUR ha querido reconocer el ejemplo de generosidad dado por Chad, que acoge en su territorio a más de medio millón de refugiados que huyen de todo tipo de conflictos en los países limítrofes. De ellos, hasta 75.000 provienen de República Centroafricana.
En este último país, concluye la agencia internacional, la deriva es especialmente dramática: de su población de 4,6 millones de personas, alrededor de un cuarto ha huido de su hogar a causa de la violencia generalizada. Así, unos 630.000 serían desplazados internos y otros 545.000, refugiados.