“Jamás se pudo comprobar que el ex sacerdote Gerardo Silvestre Hernández violara ni siquiera a uno, menos a medio centenar de niños, y tampoco existen los supuestos 32 sacerdotes ancianos muertos por falta de atención de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca. Quienes acusan de esto al arzobispo José Luis Chávez Botello, simplemente hacen de la mentira compulsiva un comportamiento habitual”.
Categórico, el Apoderado Legal de esa Iglesia particular, el sacerdote Romualdo Francisco Wilfrido Mayrén Peláez, explica a Vida Nueva Digital que las acusaciones en contra del Arzobispo de Oaxaca por parte de un pequeño grupo de sacerdotes de la arquidiócesis, apoyados por algunos medios de comunicación, es parte de una “estrategia tramposa y falsa para atacar a la Iglesia, pues ya son asuntos investigados, juzgados y sentenciados por las instancias civiles y eclesiásticas”.
De acuerdo con información de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, en el año 2009 se recibió a un grupo de sacerdotes que denunciaban posibles actos delictivos en contra de niños y jóvenes de una parroquia, señalando como responsable al entonces sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, por lo que el Arzobispo dio inicio a un proceso de investigación.
Sin embargo, tras las indagatorias eclesiales y ministeriales no se comprobó ninguna violación. Explica el padre Mayrén: “Este grupo de sacerdotes se dedicó a inducir a la gente de la comunidad parroquial para que denunciaran al sacerdote, pero no lo lograron. Sólo convencieron a la madre de un menor que acudió a las instancias civiles, pero tras el desahogo de pruebas no se acreditó violación; sin embargo, se le sentenció por corrupción de menores, condena de poco más de 16 años de cárcel, la cual aún está purgando en un reclusorio del estado”.
Asegura que, sin la menor oposición, a finales del 2013 el inculpado se entregó voluntariamente para ser detenido, recluido, y comenzar así el desahogo de su proceso penal. Posteriormente, él mismo solicitó a Roma la exoneración de sus responsabilidades clericales, la cual le fue concedida meses más tarde.
El padre Mayrén lamenta que pese a las conclusiones de las autoridades civiles, este grupo de sacerdotes continúe manejando que el ex sacerdote habría violado por lo menos a medio centenar de niños; incluso, –dice– cuando el Papa Francisco visitó México, dijeron que había cien víctimas. Han manejado distintas cifras, incluso las han elevado ya estando el ex sacerdote dentro del reclusorio, pero aún cuando se hace un manejo fantástico de las cifras, en ningún caso se ha acreditado violación.
“Para lograr su objetivo –añade–, también se hacen acompañar de grupos, organizaciones y sindicatos que buscan situaciones sensibles que puedan manejar y explotar en la aparente lucha por la justicia para beneficiarse económicamente a través de proyectos y financiamientos de instituciones internacionales”.
“No sé qué más quiere este grupo de sacerdotes. Lo único que podemos captar es una intención de denostar y dañar a la Iglesia católica, pues la Arquidiócesis jamás se opuso a que se investigara el caso; al contrario, coadyuvó en todas las investigaciones, el procedimiento y el proceso”, afirma.
Al Arzobispo José Luis Chávez Botello también se le ha acusado de “provocar” la muerte de más de treinta sacerdotes de avanzada edad. Al respecto, el Apoderado Legal de la Arquidiócesis precisa que estos dichos surgieron recientemente tras la muerte, en diciembre pasado, de un sacerdote que pertenecía a este grupo.
“Ahora dicen que el arzobispo también es el causante de su muerte, cuando este sacerdote padecía un cuadro de salud muy grave. Nosotros tenemos pruebas de haber buscado e intentado el cuidado médico y espiritual que por derecho le correspondía al padre y nos lo impidieron. Pero nosotros hemos sido respetuosos, no somos partidarios de la provocación y menos de la confrontación”.
El padre Mayrén afirma que en Oaxaca la mayor parte de las personas conoce la verdad, de tal forma que “los fieles siguen acudiendo ordinariamente a la iglesia y participando con fe, devoción y entusiasmo en sus parroquias, pero hacia fuera, en el resto del país y algunos lugares de fuera del país, se está haciendo mucho ruido porque aprovechan que es un tema sensible y la gente desconoce la verdad de los hechos”.
Agrega: “Los sacerdotes ancianos y enfermos son atendidos y apoyados por la arquidiócesis. La muerte es un paso natural en la vida humana; quienes mueren terminan su paso en este mundo. Pero es otra bandera que quieren utilizar en contra del Arzobispo y culparlo, sin pruebas ni fundamentos. Afortunadamente la sociedad oaxaqueña, y especialmente los fieles católicos, conocen la labor de la Iglesia y del Arzobispo, y también la de ellos”.
Por último, en torno a la acusación que también pesa sobre Chávez Botello en el sentido de que envía a estos templos sólo a los sacerdotes que llevan una buena relación con él, explica el padre Mayrén: “Ahora también lo acusan de favorecer a algunos sacerdotes, pero en el fondo de esa acusación está el deseo de este grupo de sacerdotes de buscar y mantener el poder que en otro tiempo tuvieron”.
“El Arzobispo –agrega– tiene el compromiso y la obligación de buscar de manera responsable, e inspirado por el Espíritu de Dios, el bien de los fieles. Y ellos han querido intervenir en la conducción de la arquidiócesis. Su gran problema es la disciplina y la obediencia. Lo sabemos porque algunos tuvieron en otro tiempo el privilegio de ser cercanos a otro Arzobispo y participar en espacios de decisiones; alguno quizá soñó ser obispo, un sueño frustrado que lamentablemente ahora se convierte en un ataque ciego y malévolo hacia la Iglesia”.