Silencio: la consigna del Vaticano para los obispos en Cataluña

  • “El silencio es lo que hemos interpretado que nos pide Roma”, dice a Vida Nueva un obispo que pide anonimato y que reconoce que “no gusta a todos”
  • El cardenal Omella marca la pauta y pide que la Iglesia “trabaje por la cohesión social en parroquias y escuelas”
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joven con una bandera estelada independentista Cataluña en una iglesia

Cansancio, a veces hartazgo y constante sensación de incertidumbre. Este es el resumen del ánimo que hoy preside a parte de los obispos catalanes tras varios meses viviendo y acompañando una vertiginosa situación política y social en Cataluña.

Los acontecimientos se han sucedido atropelladamente desde la celebración del referéndum ilegal del 1-O: aplicación del artículo 155 de la Constitución, miembros del Govern encarcelados o huidos, elecciones autonómicas… Sin embargo, sobre ellos, los obispos catalanes no se ha pronunciado. La última vez que lo hicieron fue el 20 de septiembre, aunque la Conferencia Episcopal, una semana más tarde, volvería sobre el tema del procés independentista haciendo suyos los postulados de los obispos de la Tarraconense.

La consigna, hoy, es el silencio. Viene de Roma, y el encargado de trasladarla a sus hermanos es Juan José Omella, el cardenal arzobispo de Barcelona.

“En la Iglesia en Cataluña hemos optado por callar. El silencio es lo que hemos interpretado que es lo que nos pide Roma, que nunca lo dirá directamente, pero que se encarga de que seas tú el que así lo interprete. Omella nos ha pedido que estemos unidos. Y estamos intentando, con lealtad, seguir lo que nos dice el cardenal de Barcelona, que es el hombre que Roma ha puesto al frente y que está siguiendo las directrices del Vaticano. Y nosotros tenemos que apoyarle y ayudarle”, señala un obispo catalán que pide que no se publique su nombre.

Un silencio que, sin embargo, no gusta a todos, tampoco entre los fieles, pues, como reconoce este mismo prelado, “los hay enfadados con nosotros porque no hemos abierto la boca desde los acontecimientos que se han producido tras el 1-O, y cada vez son más las voces que nos dicen que no se puede olvidar a los que están en la cárcel desde hace meses”. (…)

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