“A todos les gustaría vivir con seguridad, pero esa actitud tiene poco que ver con el cristianismo”. Así se expresó el arzobispo de Poznan y presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Stanislaw Gadecki, sobre la acogida de refugiados. El prelado ha pedido al gobierno de Mateusz Morawiecki que acoja a refugiados porque “el egoísmo personal, es decir, la preocupación por la propia seguridad, no puede prevalecer sobre el altruismo o la actitud de centrarse en ayudar a los demás”, como recoge The Express Tribune.
Polonia es uno de los países de la Unión Europea (UE) que se ha negado a aceptar cuotas para solicitantes de asilo del norte de África y Oriente Medio. Ante esta negativa, los obispos ahora alzan la voz. Y es que “el punto de referencia más importante no puede ser el interés del estado o la seguridad nacional, sino el ser humano”, afirma Gadecki.
Polonia ha optado por centrarse en la ayuda humanitaria en Oriente Medio para frenar el flujo migratorio. Una ayuda aplaudida por el arzobispo, aunque reconoce que “eso no resuelve todo el problema, porque un porcentaje de la gente no puede regresar a sus países”. Y advierte al gobierno: “Estas personas deben ser atendidas, lo queramos o no”.
Lo recordó Angelo de Donatis, vicario del papa Francisco, en unas jornadas sobre cristianismo y política en San Giovanni in Laterano. “En una época que cambia tan rápidamente tenemos la misión de redescubrir juntos la vocación de la comunidad cristiana para servir al hombre y para hablar sobre la vida del hombre”, indicó el prelado, según recoge Citta Nuova.
Recordando a Alcide de Gasperi, primer presidente de la República Italiana, habló sobre “el amor, que desde el punto de vista social se llama fraternidad”. Este amor “caracteriza la presencia del cristiano en la sociedad como un compromiso histórico que deriva de su vida evangélica, en el esfuerzo que podemos hacer todos los días, el de dirigir cada debate político hacia el logro de equidad, justicia, respeto, dignidad y valores incontenibles de la vida humana”. Y es que “los creyentes podrán dialogar e intercambiar ideas a partir de las enseñanzas del Evangelio para ponerse al servicio de esta perspectiva”.
Sobre la necesidad de medidas gubernamentales en favor de los más desfavorecidos también se detuvo el prelado, puesto que “es fundamental para una verdadera democracia”: “No podemos imaginar una democracia completa sin democracia económica, de lo contrario, se construiría sobre un fundamento que no se sostiene”.
Devolver la esperanza a los jóvenes. Es el objetivo que se ha fijado Cáritas Senegal en su 54ª Asamblea Plenaria celebrada en Thiès este pasado fin de semana. En la apertura, el presidente de la ONG de la Iglesia, Jean Pierre Bassène, aseguró sentirse interpelado al conocer las dramáticas situaciones que los jóvenes están afrontando en África. “Las constantes tragedias en las rutas de inmigración ilegal, el tráfico de seres humanos, la esclavitud y la violencia que sufren los jóvenes migrantes son motivo de gran preocupación para nosotros”, indicó, según recoge Fides.
No obstante, los jóvenes que permanecen en el país también se enfrentan a otros problemas como el desempleo, según detectan los prelados. Por eso, la reflexión de este año llevaba por título: ‘Ante los desafíos socioeconómicos, el emprendimiento juvenil como una alternativa. Problemas y perspectivas’. Y es que “debemos tratar de buscar, junto a todos los responsables, la manera de dar esperanza a nuestra juventud para que emigrar no sea la única alternativa”, indicó Bassène.
Los obispos quieren estar al lado de los jóvenes y caminar con ellos, porque “solo cooperando con ellos encontraremos el camino para crear un mejor presente y darles un futuro”. Al mismo tiempo el obispo de Thiès, monseñor André Gueye, reconoció que “los jóvenes esperan mucho de la Iglesia”. Y recalcó: “Tienen el derecho de hacerlo”.