Finalmente, el papa Francisco sí ha mantenido una reunión privada con víctimas de abusos sexuales cometidos por clérigos en Chile. El portavoz vaticano, Greg Burke, ha confirmado que la reunión se produjo ayer martes 16 de enero, en la sede de la Nunciatura Apostólica en Santiago de Chile, donde Francisco está residiendo durante su visita apostólica a Chile.
El encuentro, que duró alrededor de media hora, “ha tenido lugar de forma estrictamente privada”, explicó Burke en rueda de prensa. “Nadie más estaba presente. Solo el Papa y las víctimas. Esto fue así para que pudieran hablar de su sufrimiento con el Papa, que les ha escuchado, y ha rezado y llorado con ellos”, refiere EuropaPress citando a Reuters.
El tema de los abusos centró la atención del Papa en su primer discurso en el país, ante las autoridades civiles, ayer martes: “No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia. Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”, dijo el Papa.
También por la tarde, durante su encuentro con los sacerdotes y religiosos chilenos, Francisco insistió en sus disculpas: “Conozco el dolor que han significado estos casos y sigo con atención cuanto hacen para superar ese grave y doloroso mal. (…) Los invito a que pidamos a Dios nos dé la lucidez de llamar a la realidad por su nombre, la valentía de pedir perdón”.
Con todo, las críticas que se han producido en Chile desde que se confirmó la visita papal no han cesado con la llegada de Francisco. Ayer mismo, la presencia del obispo Juan Barros en la misa en el Parque O’Higgins fue durantemente censurada por víctimas y medios de comunicación. Juan Barros fue designado obispo de Osorno por Francisco en 2015, a pesar de que era conocida su vinculación con el sacerdote Fernando Karadima, condenado canónicamente por abusos a menores.