El enviado especial de Vida Nueva a Perú analiza el caso de abusos sexuales que salpica a la Iglesia tras un encuentro con uno de los mayores expertos en la cuestión
El tristísimo escándalo del “Sodalitium christianae vitae” (Sodalicio de vida cristiana) fundado por el peruano Luis Fernando Vigari y a quien la Santa Sede acaba de “comisariar” el pasado 10 de enero explotó a finales del 2015 gracias al libro “Mitad monjes, mitad soldados” del que es autor el periodista y escritor Pedro Salinas con la colaboración de Paola Ugaz.
Ahora acaba de salir una segunda edición y otro volumen titulado “El caso sodalicio” en cuya portada se anuncian los “avances y retrocesos sobre el mayor escándalo sexual de la iglesia católica en Perú”. Este último libro no ha podido hacer referencia al comunicado vaticano antes citado lo que le permite a su autor que “la Iglesia católica jugó a la farsa, al teatro, a la bufonada, al sainete. Y al final el Papa y sus alfiles vaticanos se burlaron de las víctimas”. Juzgue el lector.
He podido mantener en Lima un encuentro con Salinas, miembro durante años al SCV , durante el cual no ha manifestado ningún entusiasmo y si numerosas perplejidades sobre la medida vaticana.
Independientemente de sus juicios el libro ( los dos libros) contienen testimonios escalofriantes de las numerosas víctimas, con sus nombres y apellidos, que durante años sufrieron las violencias sexuales y psicológicas del fundador y de algunos de sus colaboradores. El caso sigue abierto en sus diversos frentes- jurídicos, políticos, canónicos- y es presumible que en los próximos meses asistamos a nuevos episodios del mismo. Esperemos que vayan en la línea de la “tolerancia cero” que Francisco ha proclamado y mantiene frente a no pocas resistencias, incluidas las clericales.
Para mi estupefacción, el libro afirma que “en sus inicios es innegable la influencia del nacionalcatolicismo y del fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, lo cual imprimió al Sodalicio un estilo fascistón y autoritario, beligerante y agresivo con estilo de cruzada”.