El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), a través de su presidente, el cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá (Colombia), y de su secretario ejecutivo, Juan Espinoza, obispo auxiliar de Morelia (México), expresaron su rotundo apoyo al pueblo venezolano y a sus pastores ante los acontecimientos de las últimas semanas y los ataques contra la iglesia venezolana por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
Cercanía y solidaridad
En este sentido, la máxima instancia católica del continente fue puntual al expresar su cercanía y solidaridad “ante la dura situación de crisis humanitaria que golpea a la población, con sus secuelas de hambre, desnutrición, falta de medicamentos e insumos médicos, junto con graves violaciones a los derechos humanos, que han deteriorado la calidad de vida y generado un éxodo sin precedentes de millones de venezolanos, que se han visto obligados a migrar a otros países en búsqueda de salidas y mejores oportunidades”.
Con relación a la Iglesia católica, Antonio López Castillo, arzobispo de Barquisimeto, y Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe, están bajo la lupa del gobierno y de la Asamblea Nacional Constituyente que aprobó la controvertida Ley contra el odio y la intolerancia, ante el petitorio de Maduro de hacer averiguaciones con relación a las homilías de estos dos pastores.
Basabe se defiende
Basabe, por su parte, en declaraciones al diario El Nacional, se defiende: “En mi homilía no hubo incitación al odio ni a la confrontación, ni a una guerra civil. El gobierno reacciona porque hemos tocado conciencias”.
Esta situación, denunciada ya por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), es uno de los aspectos clave por los cuales el CELAM ha expresado su defensa, apoyo y fraternidad con los obispos de Venezuela: “El Presidente ha tergiversado totalmente el mensaje dado por los Obispos, particularmente por monseñor Víctor Hugo Basabe, con el objetivo de hacer ver que los obispos incurren en delitos. La verdad de lo que sucede en el país, ha quedado evidenciado en las homilías pronunciadas ese día. El aval de esto lo han confirmado los miles de feligreses presentes en la misa en la Avenida Venezuela, que con sus gestos certificaban lo que escuchaban (Comunicado de la Presidencia de la CEV del 16 de enero de 2018)”.
Bienaventurados los perseguidos
“Bienaventurados ustedes cuando los insulten y persigan por mi causa” (Mt 5,11), recuerda el Episcopado latinoamericano, asumiendo una posición oficial en defensa del pueblo de Venezuela. Además de los problemas internos ya denunciados por diversas instancias, se suman los problemas de movilidad humana con miles de personas que salen de país, producto de la crisis humanitaria, migrando a diversas ciudades de Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Brasil.
“Desde el CELAM hacemos votos para que se respeten la libertad religiosa y la libertad de expresión, como derechos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los tratados internacionales, garantizando la integridad y el bienestar pleno de Monseñor Antonio López Castillo, de Monseñor Víctor Hugo Basabe y de todo el pueblo venezolano”, concluye el comunicado.