El papa Francisco ha regresado a Roma hoy lunes 22 de enero de su viaje apostólico a Chile y Perú. Como es costumbre, en el avión de vuelta se ha acercado a los periodistas que le acompañaban para responder a algunas de sus preguntas sobre el viaje.
En primer lugar, le han preguntado qué se lleva del viaje a Perú. Francisco se ha mostrado muy impresionado con la fe del pueblo peruano “Me llevo la impresión de un pueblo creyente, un pueblo que pasa muchas dificultades y las pasó históricamente, ¿no? Pero una fe que me impresiona”.
Ha añadido la gran importancia de esta nación para toda la cristiandad “ustedes son una tierra ‘ensantada’. Son el pueblo Latinoamericano que tiene más santos, y santos de alto nivel”.
También se ha alegrado por la presencia de muchos niños y jóvenes en las calles, ya que “eso dice futuro, dice esperanza”. Ha pedido sin embargo a los peruanos que “cuiden la riqueza del país”, pero no solamente la material, también a las personas.
A continuación, un periodista le ha preguntado su opinión acerca de la corrupción en el país y en la Iglesia, concretamente en el Sodalicio de Vida Cristiana. Francisco ha explicado que todos somos pecadores, pero “normalmente cuando tengo un pecado fuerte, estoy en fuera de juego (…) me freno y trato de no hacerlo“. La corrupción sin embargo “te va viciando el alma y el cuerpo, y un corrupto está tan seguro de sí mismo que no se puede volver atrás“. En este sentido, ha comparado la corrupción con un pantano “que quieres salir, y pisas y te vas más adentro hasta que te chupa. es la destrucción de la persona”.
“También hay casos de corrupción en la Iglesia, en la historia de la Iglesia siempre los hubo”. De esta forma ha pasado a hablar del Sodalicio. El Papa ha recordado que el caso está en apelación ante la Signatura Apostólica, y en un mes saldrá la sentencia. Este juicio ha servido para que otras víctimas denuncien por vías civil y eclesiástica, algo que considera muy conveniente.
“Por otro lado (…) había cosas ahí no del todo claras”, ha continuado, refiriéndose a cuando mandó al cardenal Tobin al Sodalicio a investigar “por asuntos de manejo económico, también una forma de abuso”. Es por ello que se ha comisionado por la Santa Sede como hiciera Benedicto XVI con los Legionarios. “Benedicto no toleraba esas cosas, y yo aprendí de él a no tolerarlas también”, ha dicho Francisco.
Como era de esperar, Francisco ha sido preguntado acerca del obispo Barros y su presunto encubrimiento de abusos en Chile. Concretamente, la pregunta era “¿Por qué cree más al obispo que a las víctimas?”.
En primer lugar, el Papa ha explicado el sistema de sentencias y apelaciones que rigen los casos de abusos en la Iglesia. Además ha recordado que en todo su pontificado no ha firmado ni una petición de gracia a un condenado por abusos, a pesar de haber recibido una veintena.
En cuanto a este caso concreto, ha querido hacer una distinción. La polémica saltó cuando le preguntaron en Chile por él y dijo que no tenía “pruebas” del encubrimiento. “La palabra ‘prueba’ es la que me ha traicionado y generó confusión. Yo hablaría de evidencias. Y claro, yo sé que hay mucha gente abusada y que no puede traer una prueba, no la tiene, o a veces la tiene pero tiene vergüenza y sufre en silencio. El drama de los abusados es tremendo”, ha lamentado.
“La palabra ‘prueba’ no era la mejor para acercarme a un corazón dolorido. El caso de Barros se estudió, se reestudió, y no hay evidencias. Es lo que quise decir. No tengo evidencias para condenar”, ha dicho, tras lo que ha repasado el caso Karadima y las polémicas en torno a Barros.
Por último, ha pedido perdón a las víctimas por esta confusión: “Sentir que el Papa les dice en la cara ‘denme una carta con la prueba’, es un ‘schiaffo’ [bofetada]”, ha admitido. “Sobre esto tengo que pedir disculpas porque la palabra ‘prueba’ ha herido a tantos abusados. Pido disculpas si les hice daño sin darme cuenta, sin querer. En Chile recibí dos abusados. Me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz.
Con todo, “Barros se quedará ahí si yo no encuentro el modo de condenarlo. Yo no puedo condenarlo si no tengo evidencias. Y hay muchos modos de hacer llegar una evidencia”.
Tras esta intensa charla acerca de los abusos, y como ha dicho él, “después de la turbulencia de Barros y del Sodalicio tenemos una meteorológica. Yo me quedaría aquí”. Se ha sentado, pues, unos minutos entre los periodistas a la espera de pasar una zona de turbulencias.
Francisco también ha hablado sobre la famosa boda que ofició en el avión con una pareja del personal de la aerolínea. Ha explicado que en un vuelo habló con el novio un buen rato, quien le explicó que siempre quisieron casarse canónicamente. En esta conversación el Papa se dio cuenta de que estaban preparados, de que se querían para toda la vida y habían hecho los cursillos prematrimoniales.
“Me lo pidieron. Los sacramentos son para las personas, y vi que las condiciones eran claras y por qué no hacer hoy lo que se puede hacer hoy, ¿no? (…) Esta es la respuesta. Porque yo he juzgado que estaban preparados y que sabían lo que hacían”. Por último ha añadido, por la posible polémica provocada, “Decidle a los párrocos que el Papa los interrogó bien”.
Volviendo a los abusos, el Papa ha agradecido la crítica del cardenal O’Malley respecto al caso del obispo Barros. “Si viene una persona y me da la evidencia yo seré el primero en escucharle. Tenemos que ser justos. Y he pensado en lo del cardenal O’Malley. Agradezco al cardenal O’Malley su declaración, porque ha sido muy justa”.
También ha aclarado que la Comisión para la Protección del Menor estará lista pronto, ya que ha caducado su mandato a finales de año. “Había observaciones que debían aclararse. Pero sobre esto el cardenal O’Malley ha trabajado bien (…), hay que buscar gente de primera”.
Finalmente, el Papa ha sido cuestionado acerca del descenso de la pobreza en Chile y el papel que el liberalismo haya podido tener en esta caída, así como por el cardenal Madariaga, quien está acusado de corrupción.
Sobre esto último, ha sido breve “Del cardenal Maradiaga no es del viaje pero respondo. Él hizo una declaración filmada, en vídeo, yo digo eso que dijo él”.
En cuanto al liberalismo, “tenemos que estudiar bien los casos de las políticas liberales. Hay otros países de Latinoamérica con políticas liberales que llevaron al país a una mayor pobreza“. Sin embargo, el Papa ha reconocido que “yo no soy técnico en esto” aunque “en general, una política liberal que no incluye a todo el pueblo, es selectiva, lleva para abajo”.
Por último, ha señalado varios temas que quería comentar con los periodistas, aunque no se lo fueran a preguntar. Se trata de la visita a la cárcel de mujeres en Chile y del encuentro con los aborígenes en la Amazonía.
“Ver la creatividad de estas mujeres, la capacidad de querer cambiar su vida, de reinsertarse en la sociedad con la fuerza del Evangelio (…). Quedé muy conmovido de ese encuentro. Fue una de las cosas más hermosas del viaje”.
En cuanto a la Casa Hogar El Principito en Perú, ha dicho que “me conmoví de ver a estos niños, la mayoría abandonados. Esos niños y esas niñas que con la educación consiguieron salir adelante, que son profesionales”.
Como conclusión y sensación general del viaje, vista la acogida, “yo digo: este pueblo tiene fe. Esta fe me la contagia a mí y le doy las gracias a Dios por eso”.