El diácono belga Ivo Poppe (61 años) está acusado de asesinar al menos a 10 personas cuando era enfermero, incluida su madre. Unos hechos que le han valido para ser conocido por los medios internacionales como ‘el diácono de la muerte’. ¿Su ‘modus operandi’? Inyectaba aire en vena a sus víctimas, según indica Catholic Herald.
Poppe, casado y con tres hijos, cuenta entre sus víctimas también con su suegro, otros dos familiares y varios pacientes tratados entre 1978 y 2011. Aunque formalmente se le acusa de 10 asesinatos, una investigación establece la lista en 50. Por tanto, de ser declarado culpable, sería el asesino con más muertes a sus espaldas en la historia de Bélgica.
El pasado lunes, 22 de enero, se inició en Brujas el juicio contra Poppe, que está previsto que dure dos semanas y que podría desencadenar en cadena perpetua. El diácono fue detenido y encarcelado en 2014 después de que su psiquiatra informara de que había provocado la muerte de decenas de personas. Tras confesiones parciales, en las que advirtió que actuó “por compasión”, Poppe se retractó y negó los hechos. Sin embargo, ahora, al ser preguntado por el juez, confesó que acabó con la vida de entre 10 y 20 personas. “Quería poner fin a su sufrimiento, estas personas ya no estaban viviendo”, se justificó.
La “cárcel a cielo abierto” de Kabila
El cardenal arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo), Laurent Monsengwo, se está convirtiendo en el principal azote del presidente Joseph Kabila. Tras las seis muertes en las manifestaciones pacíficas convocadas por organizaciones laicas, el purpurado compara, en declaraciones a Radio Okapi, el país con “una prisión a cielo abierto”.
“¿Cómo se puede matar a hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos que cantan cánticos religiosos y portan biblias, rosarios y crucifijos?”, se ha preguntado Monsengwo. Y continuó: “¿Qué es exactamente lo que se quiere? ¿El poder por el poder, o el poder para el desarrollo del pueblo en paz, justicia y verdad?”.
La crisis en el país africano no cesa, y el purpurado subraya que “queremos que reine la fuerza de la ley, y no la ley de la fuerza”. Y es que en las manifestaciones “había policías y militares más armados que si estuvieran en un campo de batalla”, denuncia.
Aguer, contra los medios por la cobertura del viaje a Chile
Al arzobispo de la Plata, Héctor Aguer, no le ha gustado la cobertura que los medios han hecho del viaje apostólico del papa Francisco a Chile. Y es que se queja de haber centrado la cuestión en los abusos sexuales. “Hay gente empeñada en menoscabar la importancia del viaje pastoral del pontífice y en desacreditar a la Iglesia”, denunció en un artículo publicado en La Nación.
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“Me sorprendió la coincidencia de comentarios y juicios expresados por medios de distinta orientación ideológica. ¿Descubrieron todos espontáneamente la verdad objetiva de las situaciones y de la enseñanza y actitudes del Santo Padre?”, se pregunta el prelado.
En su carta, el prelado advirtió de la “intención anticatólica” de muchos periodistas que, según él, en su mayoría desconocen la naturaleza de la Iglesia y la observan “con prejuicios”. “También me han parecido desacertadas algunas notas firmadas por personas competentes que se supone que conocen bien su teología, y se han cebado en ‘internas’ eclesiásticas reales o presuntas”, añadió. Por otro lado, aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje a los argentinos: “Acabemos de mirarnos el ombligo y dejemos al altísimo criterio de Francisco decidir cuándo vendrá a visitarnos”.