Entrevistas

No me olvides

El conflicto bélico de las Islas Malvinas, ocurrido en 1982, estableció un antes y un después en la historia argentina. Una marca indeleble para todos, no exento de muerte, dolor y reclamos. Todo lo que se pueda hacer para sanar esta herida del corazón, será recibido con entusiasmo y serenidad. Es que desde ahora los familiares saben en qué tumba sus deudos descansan en paz.





Vida Nueva habló con uno de los miembros de la comisión directiva de la Fundación “No me Olvides”, Miguel Monforte*, que nos cuenta acerca del Proyecto ADN.

VN. ¿De qué trata la Fundación No Me Olvides? ¿Cuáles son sus objetivos?
MM.
La Fundación No me olvides fue ideada por tres exsoldados combatientes, Julio Aro, José María Raschia y José Luis Capurro que, en el año 2008, se propusieron darle marco institucional a la idea de Julio: devolverle la identidad a sus compañeros enterrados en el cementerio de Darwin como NN.
Está conformada por madres de caídos, veteranos de guerra y civiles que adhieren a la Causa Malvinas. Colaboran padres, hijos de ex combatientes, miembros de centros que representan a los veteranos de guerra, instituciones educativas y de salud, y personas que sienten esta causa como propia.
El principal objetivo de la Fundación es promover, fortalecer y resguardar la mejora en la calidad de vida de las personas que padecen estrés post-traumático y/o trastornos físicos o psíquicos originados por la vivencia de situaciones violentas propias o en sus grupos familiares. Participar de los diferentes proyectos permite a los padres y madres sentirse útiles, convirtiendo el dolor en energía creativa y solidaria. Con el “Proyecto ADN” se logró a fines del año pasado, devolverle la identidad -hasta ahora- a 88 compatriotas enterrados durante 35 años como “soldados solo conocidos por Dios”.

Geffrey Cardozo con Julio Aro

VN. Contanos quién es y qué trabajo realizó el coronel británico Geoffrey Cardozo. ¿Cómo se relacionaron con él?
MM.
Geoffrey Cardozo era un coronel inglés convocado tras la guerra para inhumar los cuerpos de los argentinos caídos en combate, luego de recorrer todos los campos de batalla en Malvinas. Julio Aro viajó a las Islas Malvinas en abril del 2008, para cerrar -de alguna manera- su trauma personal. Cuando llegó al cementerio de Darwin para homenajear a sus compañeros, descubrió que la mayoría yacía allí sin identificación. Comentó esto en una nota que le hicieron el “Penguin News”, el periódico de las islas. Esa nota fue respondida por un veterano de guerra británico que invitó a Aro y sus compañeros a viajar a Londres. Allí, mantuvieron varias reuniones con los veteranos de la guerra de Malvinas británicos. Oficiaba de traductor un señor muy cordial que había vivido en España, que era Geoffrey Cardozo. Les entregó un sobre papel madera que contenía un informe. Solo les dijo “hay tres copias de esto: una la tiene el centro de veteranos británico, otra nuestra Reina y otra la Cruz Roja Internacional. Ustedes se llevan la cuarta copia, sabrán qué hacer con ella”.
Al llegar a la Argentina, hicieron traducir de inmediato el contenido. Cardozo resultó ser aquel coronel convocado para inhumar los cuerpos de los caídos en combate. El informe contenía todos los detalles posibles de cada uno de los cuerpos que él no pudo identificar porque no tenían la correspondiente chapa identificatoria de uso militar. Esos datos fueron vitales porque daba por tierra las versiones que decían que Darwin era una inmensa fosa común.
A partir de allí, Aro llevó adelante una tarea titánica, con el apoyo de toda la fundación, que concluyó hace pocas semanas con la identificación de 88 de los 121 cuerpos enterrados en Darwin. Hay posibilidades que se puedan identificar más en próximos meses.
A Cardozo siempre se le fue informando sobre los avances en esta tarea. Él siente hoy una gran satisfacción y emoción porque, después de 35 años, aquel trabajo les devuelve algo de paz a las familias de esos soldados. Nosotros, estaremos eternamente agradecidos porque hemos visto videos del entierro: Cardozo se ha manejado con sumo respeto; brindó honores militares y ceremonias religiosas para nuestros caídos, como si fueran familiares de él.

Julio Aro en la tumba de Gabino Ruiz Díaz

VN. ¿Cuáles fueron los logros conseguidos?
MM:
Para responderte voy a tomar el caso particular que siempre tuvimos como guía. El caso de Gabino Ruiz Díaz fue la punta de la madeja para impulsar este proyecto.  Julio , José María y José Luis estaban convencidos de saber cuál era la tumba de Gabino, en base a los datos logrados a través del informe de Cardozo. Pero no había evidencias protocolares ni científicas suficientes como para avalar esta presunción. En el 2009, y a partir de la aprobación de  Elma Peloso, mamá del soldado Ruiz Díaz, la Fundación empezó a trabajar para el proceso de identidad de su hijo y tantos otros. Visitaron familias de héroes caídos en combate que permanecían sin identidad, a políticos de todo rango, comunicadores sociales, el Equipo Argentino de Antropología Forense, artistas con compromiso social como Roger Waters. Se hizo hacer llegar el reclamo a los primeros mandatarios de Argentina y Reino Unido, al Papa Francisco, la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Finalmente, el viernes 29 de Diciembre de 2017 pude acompañar a los familiares de Gabino Ruiz Díaz, soldado caído en la Guerra de Malvinas, cuando fueron notificados del lugar exacto donde descansan los restos del joven correntino en el cementerio de Darwin. Esta notificación la hicieron representantes del Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos, del Ministerio de Acción Social, de Antropología Forense y un escribano general de la Nación en la escuela rural 216 de Colonia La Elisa, Corrientes, a la cual había asistido Gabino y que hoy lleva su nombre. Este impresionante devenir, al que se sumó la periodista Gabriela Cociffi, siempre tuvo como faro la convicción del lugar donde yacía Gabino Ruiz Díaz, y tras años de insistencia y vicisitudes varias, se logró lo que tanto se sospechó. Este es un caso testigo que resume este logro y que se repite con 87 familias más.

VN. ¿Qué podemos esperar de la fundación para el futuro? ¿Cómo se organizan para que el tema Malvinas siga siempre vigente?
MM.
Hoy por hoy seguimos con varios proyectos en marcha. Recientemente llegó de Malvinas un grupo de 7 estudiantes de un colegio secundario de Mar del Plata que viajaron junto a dos docentes. y a Aro. Otro proyecto de nuestra fundación es “Mis huellas en Malvinas”, en el que participan colegios secundarios, y que consiste en  13 meses de tareas solidarias, concientización y memoria que los llevó a las islas. No se trata de un viaje turístico, sino de una manera diferente de inculcar a los jóvenes la Causa Malvinas.

 

Los tres exsoldados invitaron a Miguel Monforte a ser parte de la Fundación. Esta invitación obedece a su interés por el tema Malvinas, que lo llevó a dirigir el documental “Héroe Corriente” sobre los ex combatientes de Mar del Plata.

 

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