“Jesús comprendió que fue enviado a proclamar la Buena Noticia a los pobres. Esto es lo que también entendió san Vicente para su vida, y nosotros intentamos continuar este carisma”. Así lo explica el P. Tomaz Mavric (Buenos Aires, 1959), superior general de la Congregación de la Misión desde julio de 2016.
Vida Nueva le entrevista con motivo de la clausura del 400º aniversario del carisma vicenciano y del Año Jubilar de la Familia Vicenciana que, oficialmente, se termina el jueves 25 de enero.
PREGUNTA.- La Familia Vicenciana ha celebrado sus 400 años. ¿Cuáles son los frutos inmediatos de este jubileo?
RESPUESTA.- El 400º aniversario ha sido un año de gracia al ser una oportunidad para interrogarnos sobre cómo estamos viviendo el carisma vicenciano y la espiritualidad. Ha sido también una oportunidad para profundizar en nuestra colaboración dentro de la Familia al organizar varios acontecimientos y encuentros a todos los niveles. Esto nos ha ayudado a renovar la vivencia de nuestro carisma y nuestra espiritualidad. A través de diversas iniciativas, especialmente en el ámbito internacional, recibimos una dosis de ánimo al ver a tantos que pertenecen a la Familia en todo el mundo. La peregrinación del corazón de san Vicente en Francia y en Roma para el Simposio, cuando 12.000 personas de 99 países se congregaron en la plaza de San Pedro para encontrarse con el Papa, fue una gracia especial. Los tres días fueron una oportunidad para sentir esa internacionalidad. Las dos iniciativas presentadas en ese momento, la Iniciativa Global en favor de las personas sin Hogar y el Festival Cinematográfico Vicenciano, prolongarán los esfuerzos asumidos.
Hablando sobre la Familia, queremos referirnos no solo a los que pertenecen oficialmente a una de las ramas, sino también a los que se sienten atraídos por la espiritualidad y el carisma de san Vicente para seguir a Jesús en la forma que lo hizo Vicente. La clausura del año jubilar nos ofrecerá un nuevo comienzo para el quinto centenario del carisma. Deseamos continuar y desarrollar el carisma a través de la globalización de la caridad, como opuesto a lo que Francisco llama la globalización de la indiferencia. Él es un ejemplo de cómo hablar incansablemente en favor de los pobres. Esta es nuestra llamada. Oramos por nuevos miembros de nuestra Familia. Confiamos en la Providencia.
- CARISMA: 400 años del carisma vicenciano: llamados a evangelizar a los pobres
- PLIEGO: 400 años entre la misión y la caridad
P.- ¿Qué sigue haciendo atractivo el carisma hoy?
R.- Jesús comprendió que fue enviado a proclamar la Buena Noticia a los pobres. Esto es lo que también entendió san Vicente, y nosotros intentamos continuar este carisma. El carisma es siempre atractivo, actual, para el presente y para el futuro, hasta que el Reino sea constituido en su totalidad.
P.- En un tiempo tan cambiante, ¿cómo se mantiene la fidelidad al carisma misionero?
R.- La perseverancia es uno de nuestros cuatro votos. Nuestra vocación nos exige perseverar en la misión a la que somos llamados. Jesús es nuestro primer amor. El carisma y la espiritualidad vicenciana es Cristocéntrica, basada en los pilares de la espiritualidad Vicenciana: Encarnación, Trinidad, Eucaristía y María. Tenemos que tomar en serio la lectura de la Biblia cada día, llevando con nosotros las Reglas y Constituciones, que llegan a ser una oración diaria. Esto nos ayuda a perseverar.