En respuesta al marco legislativo de inmigración de la Casa Blanca publicado el pasado 26 de enero, monseñor Joe Vásquez, Presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), dijo que la Iglesia en ese país acoge con satisfacción la propuesta de la administración federal de incluir un camino hacia la ciudadanía para los llamados “dreamers”, es decir, los jóvenes migrantes que llegaron a Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños.
No obstante, el también Obispo de Austin, Texas, manifestó la profunda preocupación de los obispos norteamericanos por los recortes presupuestales propuestos para la inmigración familiar y la eliminación de las protecciones a los niños no acompañados.
En este sentido, recordó: “La inmigración familiar es parte de la base de nuestro país y de nuestra Iglesia. El papa Francisco ha dicho: ‘la familia es la base de la coexistencia y un remedio contra la fragmentación social’. Por ello, mantener y proteger a la unidad familiar, independientemente de su origen nacional, es vital para nuestra fe”.
El obispo Vásquez consideró que en la búsqueda de una solución para los “dreamers”, no se debe dar la espalda a los vulnerables. “No deberíamos, por ejemplo, intercambiar el bienestar de los niños no acompañados por el de los ‘dreamers’. Todos son hijos de Dios que necesitan nuestra compasión y misericordia”, señaló.
Ante esta realidad, monseñor Joe Vásquez instó a una solución bipartidista avanzada que esté estrechamente adaptada a la realidad: “Todos los días experimentamos las consecuencias humanas de la acción retrasada, la cual se manifiesta en jóvenes que pierden su sustento y sus esperanzas. Como pastores y líderes de la Iglesia, vemos este temor y tristeza en nuestras parroquias y, como tales, continuamos pidiendo una acción inmediata.
Vásquez dejó en claro que los funcionarios electos “deben mostrar liderazgo para promulgar rápidamente leyes que garanticen nuestra seguridad y sean humanas, proporcionadas y justas”.
Cabe recordar que ayer lunes 29 de enero, un grupo bipartidista de la Cámara de Representantes anunció un nuevo proyecto de ley para legalizar a los “dreamers”, el cual toma en cuenta una gran parte de las recomendaciones hechas por el presidente Donald Trump como condición para promulgar una ley sobre el tema.
Las condiciones del mandatario estadounidense fueron dadas a conocer el jueves de la semana pasada, en el marco del plan que incluye un camino a la ciudadanía para unos 1.8 millones de “dreamers”, así como fondos para la construcción del muro en la frontera con México.
El proyecto de ley, que ya está avalado por 48 legisladores, tanto demócratas como republicanos, define el camino a la ciudadanía de los “dreamers”, comenzando con una residencia provisional por 12 años antes de ser elegibles para pedir la residencia legal permanente.