‘Sembrar Igualdad y Derechos’. Bajo este lema nace la campaña del Proyecto Esperanza de las religiosas adoratrices para tomar conciencia de que la mutilación genital femenina supone “una grave violación de derechos humanos y una forma de violencia contra la mujer, con implicaciones sanitarias y psicosociales”. Y es que “viola el derecho de niñas y mujeres a la integridad física y afecta directamente a su salud sexual y reproductiva, perpetuando las desigualdades de género y afecta a muchas de las mujeres migrantes y víctimas de trata que se encuentran en España y que vinieron huyendo de la violencia de género y la desigualdad en sus países”, subrayan en un comunicado hecho público hoy, 6 de febrero, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina.
Las religiosas recuerdan que esta práctica afecta a nivel mundial a más de 200 millones de niñas y mujeres en el mundo. Geográficamente, la mayoría de los casos se dan en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia donde se concentra esta práctica y entre migrantes de esas áreas, aunque también existen casos en Europa, América Latina, Norte América, Nueva Zelanda y Australia.
La campaña de Proyecto Esperanza quiere potenciar un mensaje común #contralatrata y #StopMGF, “dos realidades que a menudo se solapan, recrudeciendo el impacto en la salud integral de las mujeres”, exponen en su comunicado.
También víctimas de trata
Con sus palabras, las religiosas advierten de las “múltiples formas” de la violencia que se ejerce contra mujeres y niñas. “Muchas veces se manifiestan de forma consecutiva o simultánea”, por lo que la organización pone el foco en quienes han sido víctimas de mutilación genital femenina en su infancia o juventud y posteriormente son víctimas de trata.
“La trata de seres humanos, agregan las adoratrices, es un fenómeno global que afecta especialmente a mujeres y niñas, que se considera una forma contemporánea de esclavitud y que supone una grave violación de los derechos humanos”. La trata es considerada, además, “el tercer negocio ilícito más lucrativo, después del tráfico de armas y de drogas ilegales”, denuncian.
La trata de seres humanos a su vez afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas a nivel global, motivo por el que es conceptualizada, a día de hoy, como una manifestación de la violencia de género. El 71% de las víctimas de trata en el mundo son mujeres (51%) y niñas (20%) y ello es consecuencia directa de la situación de mayor vulnerabilidad en la que se encuentran, fruto de la desigualdad, la discriminación y la violencia a la que están expuestas, por el hecho de ser mujeres y niñas.