“Romper la complicidad silenciosa con el mal social del racismo que ha estropeado el pasado y continúa estropeando el presente”. Esta es la aspiración de la Iglesia de Estados Unidos. Así, al menos, lo considera el prelado responsable del Comité Contra el Racismo del Episcopado, George Murry, obispo de Youngstown (Ohio). Y de esta manera se recordará en una carta pastoral que está cocinándose, según indica National Catholic Reporter.
Murry asistió el pasado 4 de febrero al Encuentro del Ministerio Social Católico. En un enérgico discurso, el prelado mantuvo que los católicos estadounidenses tienen una “falta de conciencia moral sobre el racismo”. Si bien se han logrado algunos avances, “los acontecimientos recientes en nuestro país han cuestionado exactamente hasta dónde hemos llegado”, dijo. Al mismo tiempo, subrayó que “el racismo es el pecado más persistente de Estados Unidos” y “parece que la Iglesia sigue siendo virtualmente silenciosa sobre su importancia”.
“A medida que la Iglesia mundial ha defendido la dignidad y la igualdad global, ¿por qué parece que la Iglesia en Estados Unidos ha sido incapaz de tomar medidas decisivas e incapaz de enunciar principios claros con respecto al racismo?”, se preguntó Murry en una dura autocrítica. Y es que puso de manifiesto que entre 1979 y 2004, solo un 18% de los obispos emitieron declaraciones condenando el racismo. Para poner solución al problema, el prelado, como voz autorizada de los obispos en materia de racismo recordó que está “comprometido con el objetivo de ayudar a la Iglesia a convertirse en una voz consistente y productiva para erradicar esta plaga”.
Moscú abre una exposición sobre los lazos Ruso-Vaticanos
Diplomacia del arte. Moscú abre una exposición sobre los lazos entre Rusia y el Vaticano. ‘Los Romanov y la Santa Sede: 1613 -1917’ muestra documentos nunca antes vistos de la biblioteca del Vaticano y los archivos de la Federación Rusa. Una muestra de que las relaciones entre los zares y los papas son más profundas y antiguas de lo que se piensa, según recoge CRUX.
El documento central exhibido en Moscú es el Concordato de 1847, firmado por el Papa Gregorio XVI y el Zar Nicolás I después de su visita a Roma. Los dos se reunieron dos veces en diciembre por largos períodos de tiempo, principalmente para discutir la situación de los católicos que vivían bajo la hegemonía del zar.
La exposición “muestra y documenta la buena colaboración entre la Federación Rusa y la Santa Sede y, en consecuencia, entre la Iglesia católica y la ortodoxa”, dijo el arzobispo italiano Celestino Migliore, Nuncio Apostólico en Moscú. Con las buenas relaciones entre el patriarca Kirill y Francisco, la visita al país el pasado agosto del cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y esta muestra, ¿será el siguiente paso una visita papal?
“Todos sus ideales interesarán a los padres sinodales”
A poco más de un mes del pre-sínodo sobre ‘los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’, que tendrá lugar en Roma del 19 al 24 de marzo, el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del sínodo de los obispos confirma a Vatican Insider que un 25% de los jóvenes participantes serán alejados.
Un total de 300 jóvenes se darán cita en el Colegio Internacional Maria Mater Ecclesiae de Roma. De ellos, en torno a 75 serán alejados. Pero los otros 225 no serán todos jóvenes católicos, puesto que también han sido llamados millennials de otras confesiones. “Todos los bellos ideales de los jóvenes interesarán por completo a los padres sinodales”, explica Baldisseri.
Al ser preguntados sobre si habrá santos patronos para el sínodo, el cardenal no lo confirma, pero reconoce que ha recibido de la Congregación para la Causa de los Santos “una lista exhaustiva de 800 jóvenes testigos de Cristo, hasta los treinta años”. “Es impresionante –continúa–, ya que se ve claramente que Dios confía en los jóvenes dentro de la historia de los hombres y les confía responsabilidades sin esperar, haciendo difundir su gracia para todos a través de sus vidas”.
