“Ayuda y oración” fue la petición que el cardenal Carlos Aguiar Retes hizo a los miles de fieles laicos, miembros del ministerio ordenado y de la vida consagrada, al celebrar este mediodía la misa de inicio de ministerio episcopal como nuevo Arzobispo Primado de México.
A ejemplo del papa Francisco, quien desde el inicio de su pontificado se presentó como pecador, necesitado de la oración y bendición del pueblo –dijo el cardenal Aguiar–, yo también me uno a esa expresión de humildad, y les pido desde este primer día, su ayuda y oración”.
Y es que, el nuevo Arzobispo Primado explicó que “la toma de conciencia del barro que somos, de nuestra constante fragilidad y muchas limitaciones, es el punto clave para descubrir las maravillas que hace Dios a través de nosotros en los demás, y la auténtica humildad que nos agiganta sin pretenderlo”.
“Todos nos necesitamos”
Tras recordar que hoy México vive abrumado por situaciones que violentan la justicia y la paz, agresiones que denigran la condición de hermanos, y que fomentan una vida de confrontación, discriminación, de menosprecio a la dignidad humana, y que conducen a la angustia, a la tragedia y a la muerte, el cardenal Aguiar aseguró que esto es algo que no lo quiere el Pueblo de Dios, pero lo vive.
En este sentido, consideró: “Hoy más que antes, nos necesitamos para, a partir de la fe, de esta mirada de trascendencia y convicción de la eternidad, reconstruir el estilo de vida de la sociedad, entregarnos generosamente y replantearnos, como generación del siglo XXI, el aporte y los proyectos pastorales y sociales que necesitamos realizar para dejar a las nuevas generaciones una ciudad humanizada y humanizante”.
El cardenal Carlos Aguiar Retes, en su toma de posesión como arzobispo de México/EFE
Por ello, lanzó una invitación: “Los convoco a todos para afrontar los retos de nuestro tiempo, en comunión y coordinación, descubriendo juntos la tarea que corresponde a cada sector, mediante la escucha recíproca y la puesta en común, en camino sinodal, como lo está pidiendo el papa Francisco”.
Propuso como objetivo a todos los fieles en general, y a los hombres de buena voluntad, asumir la indicación que dejó el Santo Padre en su visita a la Catedral Metropolitana de México en febrero del 2016, es decir, contribuir a la unidad del pueblo; favorecer la reconciliación y la integración; ayudar a encontrar soluciones compartidas y sostenibles a las miserias, y motivar a la nación entera a no contentarse con menos de cuanto se espera del modo mexicano de habitar el mundo.
Rumbo al 2031-2033
El cardenal Aguiar afirmó que sólo persiguiendo estos objetivos México estará preparado para los 500 años del Acontecimiento Guadalupano, y la Arquidiócesis estará en sintonía con el Proyecto Global 2031-2033, con el que la Conferencia del Episcopado de México busca que la Iglesia en el país “sea capaz de dar testimonio de la Misericordia de Dios Padre, de la vida eclesial en comunión y unidad, y de tejer bajo el ejemplo y el amparo de María de Guadalupe una sociedad fraterna y solidaria, que en Cristo genere vida digna para todos”.
Al iniciar su ministerio como Arzobispo Primado de México, expresó su confianza y esperanza que el Señor haga maravillas: “Mi oración a María de Guadalupe, nuestra querida madre, es que me acompañe siempre en la custodia de esta casa, y no me refiero simplemente a este Santuario, sino al hogar que ella quiere, al estilo de vida fraterna y solidaria de la gran familia de sus hijos que habitan en estas latitudes del Valle de México y sus confines”.
