Como todos los domingos, el Papa ha presidido esta mañana el rezo del ángelus en la plaza de san Pedro. Ha reflexionado con los fieles allí reunidos acerca del Evangelio del día, la curación del leproso en Cafarnaúm, muy apropiado para este 11 de febrero en el que se celebra la festividad de la Virgen de Lourdes además del Día Mundial del Enfermo.
Francisco ha recordado en primer lugar que la lepra en tiempos de Jesús se consideraba una impureza, y se pensaba que tocar a un leproso contagiaba esta impureza física y espiritualmente. “Su condición era penosa porque le hacía ser impuro ante Dios y los hombres – ha explicado – por eso se dirige a Jesús y le dice ‘si quieres puedes limpiarme'”. Esto hace que Jesús sienta compasión, algo que el Papa ha querido recalcar: “No entendemos el trabajo de Cristo, no entendemos a Cristo mismo, si no entramos en su corazón lleno de compasión”. Es esta compasión la que impulsa a Jesús a curar al leproso.
Pero no sólo le dice que quede limpio, también le toca. Resulta muy importante tener esto en cuenta, ya que indica que Jesús “no está preocupado con el contagio ni con las prescripciones, sino que se mueve solo por la voluntad de liberar a ese hombre de la maldición que lo oprime”.
“Ninguna enfermedad es causa de impureza – ha proseguido – la enfermedad ciertamente afecta a la persona, pero de ninguna manera impide su relación con Dios“. Pero el Papa ha advertido contra algo que sí es causa de impureza: el pecado. Como ha dicho, es una “enfermedad del corazón de la que debemos quedar limpios, recurriendo a Jesús como el leproso ‘¡Si quieres, puedes limpiarme!'”. En este punto ha hecho una pausa para pedir a todos los presentes que piensen en sus propios pecados y le repitan esta frase a Jesús ‘si quieres puedes limpiarme’. Entonces ha recordado que cada vez que asistimos al Sacramento de la Penitencia Jesús nos responde “Lo quiero, sé limpio“. Así, Francisco ha pedido la intercesión de la Virgen para curar las enfermedades físicas y del corazón.
Recuerdo para RD Congo
Tras el ángelus se han asomado a la ventana con el pontífice dos jóvenes, uno de ellos con una tablet. El Papa ha anunciado entonces que iba a inscribirse por internet como peregrino para la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá 2019, y ha invitado a todos los jóvenes del mundo “a vivir con fe y entusiasmo este evento de gracia y fraternidad los que vayan a Panamá y los que participen en sus comunidades”.
Una vez más se ha acordado del Congo, país por el que ha renovado su petición de oración. Finalmente ha pedido por todos los enfermos, rogando a la Virgen que les ayude “a encontrar consuelo en cuerpo y espíritu”.