Un cambio de paradigma en la Iglesia. El cardenal arzobispo de Chicago, Blase Cupich lo tiene claro: ‘Amoris laetitia’ es la visión “revolucionaria” del papa Francisco para la Iglesia. Por eso, pide a los críticos de la exhortación postsinodal “prestar atención a la realidad actual de las familias” y “no limitarse a una concepción idealista del matrimonio y la familia”.
Cupich pronunció el pasado 9 de febrero su conferencia anual en el Instituto Von Hugelen. Esperó hasta el final para dirigir su mensaje a los críticos con la posición del Papa sobre la familia. A ellos les dijo que han “malentendido” la exhortación, que ofrece “una respuesta nueve e integral para las familias”.
La vida familiar es “drásticamente diferente a la del pasado”, indicó. Un cambio que “deja a muchas personas desorientadas e inseguras sobre sus vidas”, por eso “la Iglesia debe encontrar una nueva forma de responderles”, concluyó, según recoge America Magazine.
Un total de 70 milagros en 160 años. La Iglesia francesa anuncia una nueva curación inexplicable en el santuario de Lourdes. La Oficina de constataciones médicas no encuentra otra explicación a la curación de la hermana Bernadette Moriau (1939), que sufría una grave discapacidad desde 1966. Tras su visita a Lourdes, la hermana “sintió una sensación inusual de relajación y calidez en todo su cuerpo” y “percibió como una voz interna le pedía que se quitara el corsé y la férula”.
El obispo de Beauvais, Jacques Benoît-Gonnin, reconoció ayer, 11 de febrero, como milagro la curación en 2008 de una monja francesa de 69 años tras una peregrinación a Lourdes. “Atreverse a decir que Dios intervino en una existencia mediante un milagro es algo formidable, soy muy consciente de que actúo como obispo de Beauvais y que al mismo tiempo esto resuena en la Iglesia en Francia y en el mundo”, ha afirmado el prelado, como recoge La Vanguardia.
Los nuevos exámenes médicos, reuniones de expertos y tres reuniones colegiadas en Lourdes (2009, 2013 y 2016) han permitido a la oficina de verificaciones médicas afirmar colectivamente “el carácter imprevisto, instantáneo, completo, duradero e inexplicable de su curación”. Se trata, pues, de un nuevo milagro atribuido al santuario que cada año recibe a cuatro millones de visitantes.
Suena el teléfono en casa de Luciana Gallus, en Cerdeña. Al otro lado una voz dice: “Soy el papa Francisco”. La llamada se produjo ayer, 11 de febrero, cuando se celebraba la Jornada Mundial del Enfermo. Bergoglio descolgó el teléfono para dar aliento a la madre de Mattia Montei, de 28 años, que sufre una enfermedad degenerativa que lo mantiene en cama.
“Me dijo que estoy en sus oraciones”, reconoció la mujer después de recibir la sorpresa poco antes de las 9 de la mañana. Mattia sufre una tetraparesia espástica y Francisco quiso, a través de su madre, darle un mensaje de esperanza y paz en una conversación de más de diez minutos, como recoge el diario local Cagliari Casteddu.
Luciana adoptó a Mattia cuando apenas tenía siete meses, ya que era huérfano. No es la primera vez que están en el pensamiento de un papa, puesto que ya han sido recibidos por Juan Pablo II y Benedicto XVI. “Le dije al Papa que hay muchas personas como Mattia, y que debido a los recortes de salud en Cerdeña están sufriendo graves dificultades e injusticias”, recordó la mujer.