El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, denunció que dos parroquias de la diócesis que gobierna pastoralmente fueron objeto de extorsiones telefónicas hace un mes aproximadamente, por lo que se realizaron las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General de Coahuila.
Al término de la Misa dominical del pasado domingo 11 de febrero, Vera López respondió a los reporteros sobre este tema, pero dejó en claro que, por seguridad, no podía dar los nombres de las parroquias afectadas.
Sin embargo, reveló que en una de las parroquias, la secretaria del templo se espantó tanto que se vio obligada a depositar una gran cantidad de dinero, mientras que en el otro templo fue el propio sacerdote quien sufrió la extorsión, aunque de menor monto.
Todos los párrocos ya han sido advertidos
“Nosotros denunciamos ante la Fiscalía de estas extorsiones y le advertimos a toda nuestra gente para que no caiga en estas cosas. Se hicieron llamadas a otras iglesias, estas dos no fueron las únicas, hubo varias”, añadió monseñor Vera. Consideró que, como institución, la Diócesis de Saltillo cumplió con su responsabilidad civil de denunciar el delito y alertar para que no haya más víctimas.
En otro orden de ideas, respecto a si los sacerdotes asesinados en Guerrero la semana pasada estaban vinculados con la delincuencia organizada, monseñor Raúl Vera afirmó: “Es el clásico mecanismo de las autoridades; como saben que es un escándalo y porque saben que la Iglesia tiene una autoridad moral, se van contra eso”. Y añadió: “Yo conozco el temperamento de los guerrerenses; es lo normal en esas fiestas, que haya riñas”, dijo.