Lleva casi 30 años apareciendo tanto en la pequeña como en la gran pantalla. Desde que Pepe Navarro le fichara para hacer de Crispín Klander. Y no ha parado. Ahora que acaba de echar el cierre a Dani&Flo, en la sobremesa de Cuatro, ya está inmerso en nuevos proyectos de cine y televisión. Al hombre que quiso ser conductor de autobuses pero no le cogieron “por gafotas”, todos le conocen por Flo, y cuenta la leyenda que jamás le han visto enfadado. Con el humorista catódico más carismático y entrañable pasamos una tarde de puro surrealismo.
PREGUNTA.- Recuerdo que Navarro decía de usted que era “el cómico blanco”, “el de humor absurdo” al que todo el mundo quería y que daba la misma dosis de ternura que de risa. ¿Lo ve usted así o le cosemos la boca?
RESPUESTA.- Pues soy complicado para definirme pero eso que dice Pepe me vale. Como no es nada malo, se lo compro… (se ríe).
P.- ¿Qué situación actual o qué político le da para más chistes?
R.-Sin duda, Rajoy. Es un crack. Luego están Montoro y Pablo Iglesias, que también tienen lo suyo. El ‘procés’ también es gracioso, tiene su chispa… Como verá, hay políticos y temas para no aburrirse.
P.- Por último, ¿tiene alguna opinión sobre Francisco?
R.-No soy religioso pero sí papista. Me encanta este Papa. Me echaría un mus con él. Pero lo digo totalmente en serio, que conste.