Tan solo un mes después del viaje apostólico del Papa a Chile y Perú (15-22 enero), y de las controversias causadas por su defensa del obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrimiento, Francisco vuelve a dar un golpe sobre la mesa dejando claro su política de tolerancia cero y ha nombrado hoy, 17 de febrero, a la nueva Comisión para la Protección de Menores.
Bergoglio confirma al cardenal Sean O’Malley como presidente de la Comisión y nombra a 16 comisarios -entre los que se encuentran algunas víctimas-, de los que nueve son nuevos y siete continúan en el cargo. O’Malley ha declarado que “nuestro Santo Padre ha mostrado mucha consideración y oración al nombrar a estos miembros. Los comisarios recién nombrados añadirán una perspectiva global a la protección de los menores y adultos vulnerables”.
Asimismo, el cardenal estadounidense ha manifestado su alegría por que “el papa Francisco ha asegurado la continuidad del trabajo de nuestra Comisión, que consiste en ayudar a las Iglesias locales de todo el mundo en sus esfuerzos por proteger a todos los niños, jóvenes y adultos vulnerables de posibles daños”.
En total, se trata de ocho mujeres y ocho hombres expertos internacionales en la protección de menores y adultos vulnerables contra el delito de abuso sexual. “Representantes de diversos nuevos países ofrecerán su sabiduría y experiencia a la Comisión, reflejando el abrazo global de la Iglesia y el desafío de crear estructuras de protección en diferentes contextos culturales”, según se recoge en el anuncio de la Santa Sede.
Por otro lado, también hay supervivientes del abuso sexual clerical entre los miembros anunciados hoy. “Desde que se fundó la Comisión, personas que han sufrido abusos y padres de víctimas han estado entre sus miembros. Como siempre ha sido práctica de esta Comisión, apoya el derecho de toda persona que haya sufrido abusos a revelar o no revelar públicamente sus experiencias”, dice el comunicado. Y añade: “Los miembros nombrados hoy han decidido no hacerlo públicamente, sino solo dentro de la Comisión”. Por eso, la Comisión pide respeto por su privacidad.
La sesión de apertura de la Asamblea Plenaria de abril comenzará con una reunión privada con varias personas que han sufrido abusos. Luego, los miembros debatirán diversas propuestas para promover un diálogo permanente con las víctimas de todo el mundo. Se celebraron consultas durante varios meses con el fin de establecer un ‘Grupo Consultivo Internacional de Supervivientes’, una nueva estructura definida por las voces de las víctimas.
Esta nueva estructura está basada en la experiencia del Survivor Advisory Panel, de la Comisión para la Protección en Inglaterra y Gales, según relata la Santa Sede en un Comunicado. La Baronesa Hollins, miembro fundador de la Comisión, presidirá el grupo de trabajo para investigar y desarrollar una propuesta y guiará la presentación en las sesiones plenarias de abril.
Los objetivos de este grupo incluyen “el estudio de la prevención del abuso desde la perspectiva de los sobrevivientes y la proactividad en la sensibilización de la necesidad de atención y reconciliación para cada persona herida por el abuso”, señala el texto.
La Santa Sede explica que su mayor desafío sigue siendo el de crear una cultura de protección en la acción de las Iglesias locales. “Durante los últimos cuatro años, la Comisión ha trabajado con casi 200 diócesis y comunidades religiosas alrededor del mundo para concienciar y educar a la gente sobre la necesidad de proteger en nuestros hogares, parroquias, escuelas, hospitales y otras instituciones”.