Días atrás, asesinaron a una docente santafesina, cuando salía del colegio. Diariamente, viajaba para reemplazar a otra docente del distrito de Alto Verde.
Vanesa Soledad Castilla, una maestra de 33 años, era mamá de una nena de 11 años. Estudiaba historia y diariamente viajaba en su moto 50 kms para ir a su trabajo, donde suplía a otra docente.
A la salida de la escuela primaria nº 533 de Victoriano Montes, de Alto Verde de la ciudad de Santa Fe, Vanesa se subió a su moto y allí fue abordada por Juan Ramón Cano, quien tras un forcejeo la asesinó de diez puñaladas.
La mujer cayó herida y aunque fue auxiliada por la gente del barrio y trasladada al hospital José María Cullen, donde falleció a los pocos minutos.
Cano se recluyó en su casa y se atrincheró allí hasta que la policía lo pudo arrestar. Contaba con numerosos antecedentes penales y había salido de la cárcel durante el 2017.
Aún no está claro todavía el móvil del asesinato. Abogadas de la familia Castillo aseguraron que Vanesa había iniciado el protocolo de denuncia contra una persona. La policía y la justicia investigan si existía alguna relación entre ambos.
Profundo dolor causó la muerte de Vanesa. Centenares de personas se movilizaron para despedir sus restos y para reclamar justicia por su crimen. Otros, en cambio intentaron prender fuego la casa del victimario, hecho que fue impedido por las fuerzas de seguridad.
El delegado episcopal para la educación de la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, P. José Luis Ayala, emitió un comunicado en nombre de la misma Vicaría de Educación y del Arzobispado. Allí, manifiesta “dolor y solidaridad” ante el terrible hecho de violencia y “desprecio por la vida humana”.
El comunicado expresa que “estas situaciones que dañan nuestro tejido social, tan necesitado de paz y trabajo, de respeto y consideración”. Y continúa: “Con estupor, cada vez más, somos rehenes de la inseguridad y el desamparo que atraviesa la cotidianidad del quehacer diario”.
Piden que “que el Señor de la Vida nos siga asistiendo y fortaleciendo cada vez más en estas adversidades”, y solicitan a las Comunidades Educativas unirse en oración confiada al Señor para acompañar en el dolor a los familiares, amigos y compañeros de labor.