Ante la próxima canonización de la beata española Nazaria Ignacia March Mesa, quien realizó buena parte de su obra misionera en Bolivia, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), en su mensaje para el tiempo de Cuaresma, ha hecho un llamado a la práctica de la caridad con los más necesitados (“Dios ama al que da con alegría”), al tiempo que ha destacado el testimonio de santidad de la religiosa.
“Como es conocido, el 26 de enero pasado, el Santo Padre Francisco reconoció el milagro atribuido a su intercesión, que era necesario para reconocer su santidad. Nos encontramos a la espera de que anuncie la fecha y el lugar para la ceremonia de su canonización, pero es un hecho que la Madre Nazaria Ignacia será proclamada santa”, anunciaron los obispos bolivianos.
En el comunicado, la CEB expresa que se trata de “un acontecimiento de hondo significado para toda la Iglesia y, en particular, para la Iglesia en Bolivia. Ella pasa a ser un modelo de vida a seguir, no sólo ya para sus hijas, las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, que ella fundó, sino para toda la Iglesia Católica”.
Su misión la desarrolló básicamente en la ciudad de Oruro, a unos 220 km de La Paz, donde fundó la Misioneras Cruzadas de la Iglesia en el año 1925, cuya espiritualidad es la misión evangelizadora en zonas rurales y en las periferias de las ciudades. “Nos ha dejado un ejemplo de vida entregada a la evangelización. Fue una apasionada por la misión, por la construcción de una Iglesia y una vida religiosa en salida, al estilo del papa Francisco”, asegura la CEB.
“En un momento histórico en que la vida religiosa desarrollaba su vida espiritual en el claustro, ella impulsó a sus hijas a bajar a la calle y encontrarse con la gente y anunciar el Evangelio, creando comedores para los pobres, casas de acogida para los huérfanos y, adelantándose a su tiempo, creó incluso el primer sindicato obrero femenino”, agregan los obispos.
De cara a la preparación del V Congreso Americano Misionero, a realizarse en el mes de julio en Santa Cruz de la Sierra, al oriente de Bolivia, los prelados han calificado a la beata Nazaria como modelo de misionera, exhortando “a vivir una Cuaresma solidaria”, máxime cuando “sabemos de la difícil situación que están viviendo muchos hermanos nuestros ante las graves inundaciones que estamos sufriendo en diversas regiones del país”.
Asimismo, animan “a todas las parroquias e instituciones de Iglesia a organizar colectas de dinero, víveres, medicinas, ropa y todo lo necesario para aliviar la situación de nuestros hermanos, como ya han hecho algunas Iglesias locales de Bolivia y la Iglesia de Alemania, a través de Adveniat”. Las ayudas serán canalizadas a través de la pastoral social (Cáritas), en cada jurisdicción eclesiástica.
Por otra parte, ante los trágidos acontecimientos ocurridos en las celebraciones del carnaval en Oruro, que dejó un saldo de 12 personas fallecidas, la Iglesia boliviana, en voz de sus obispos, eleva “sus oraciones por las víctimas” y expresa su “solidaridad con los familiares de los que han fallecido en las dos explosiones ocurridas”, al tiempo que hacen un llamado a las autoridades “a realizar una investigación efectiva y trasparente y a tomar medidas para evitar estos lamentables hechos”.
Finalmente, recuerdan que “la Cuaresma es el tiempo que nos prepara para la próxima celebración, dentro de cuarenta días, de la Pascua, que es fiesta de amor y entrega de Cristo por nosotros y, sobre todo, triunfo de la vida nueva sobre el pecado y la muerte”. “Si somos solidarios, con la ayuda de Cristo, habrá una gran cosecha. Si entregamos nuestra vida como hizo la Beata Nazaria Ignacia habrá abundantes frutos”, puntualizan.