Michael Olson, obispo de Fort Worth, asegura que el apoyo de los católicos de Texas a la pena de muerte está disminuyendo poco a poco. Esto tiene una mayor relevancia de la normal teniendo en cuenta que este Estado es considerado el más partidario de las ejecuciones, por lo que el optimismo de Olson no es de extrañar.
Sus declaraciones, recogidas en una entrevista a CRUX, llegaron justo después del indulto por parte del gobernador Greg Abbot a Thomas Whitaker solamente una hora antes de su ajusticiamiento. Whitaker ha sido pues condenado a cadena perpetua, después de ser cómplice en el asesinato de su madre y hermano, así como en el intento de asesinato de su padre. Sorprendentemente fue este último quien pidió a la junta de indultos que el Estado no acabara con la vida del último miembro de su familia cercana que queda vivo.
El gobernador, que es católico, siempre ha sido defensor de la pena de muerte, como la mayoría de tejanos (según la encuesta más reciente, un 73% de la población está a favor). Sin embargo, el obispo considera que la decisión de Abbot es una muestra significativa de que los católicos están dejando de apoyar –poco a poco– este tipo de condena. “Creo que por lo menos estamos avanzando en concienciar a nuestros fieles acerca de la inefectividad de la pena de muerte para acabar con el crimen”, declaró. Además, añadió que el mayor reto de la Iglesia en su país es enseñar a los fieles la doctrina de la Iglesia en asuntos como la pena de muerte, aborto o eutanasia, pero reconoce que el cambio –para bien– en estas cuestiones está liderado por los católicos jóvenes, algo que resulta muy reconfortante.
Según informa el portal Montevideo, el cardenal Daniel Sturla mantuvo una reunión con la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual el pasado lunes 26 de febrero. Tras dicho encuentro, la portavoz de la Red, Teresa Herrera, declaró que la reunión fue “bastante fructífera” y que habían conseguido de Sturla un “compromiso en un mayor énfasis en la preocupación pública por los asesinatos de mujeres y niños en las familias”. Por otro lado, se organizará más adelante un encuentro entre la propia Red y la Iglesia de Uruguay.
El cardenal también calificó la reunión de cordial y satisfactoria, y alabó la capacidad de ambas partes para el diálogo y “tratar de comprender lo que el otro dice”. En cuanto a la lucha contra esta lacra apuntó que “toda lucha por la igualdad –en el sentido de la igual dignidad del varón y la mujer– es parte de lo que el cristianismo ha proclamado y vemos en las sociedades cristianas una evolución positiva en este sentido”.
Este diálogo ha sido muy esperado debido a las diferencias de base entre ambas partes, ya que la Red es defensora de ciertos conceptos de ideología de género que no comparte con la Iglesia Católica. Al respecto, Sturla afirmó que “en algunos casos discrepamos, pero eso no nos puede poner en la vereda de enfrente, pues en muchas cosas estamos de acuerdo”.
El diario francés La Croix informó hoy, 28 de febrero, de la sesión Plenaria de los obispos de Nigeria, que finalizó el pasado 23 de febrero. En dicha reunión los obispos tuvieron como tema prioritario la discusión sobre el nuevo proyecto de ley de género e igualdad del país. “Reconocemos los derechos legítimos de las mujeres y la necesidad de promoverlos, sin embargo, condenamos algunas disposiciones del proyecto de ley sobre género e igualdad”, escribieron en su comunicado final. Además, exigieron la eliminación inmediata de cualquier medida que pueda llevar a “actos contra la familia”.
Lejos de quedarse en esta crítica, han condenado abiertamente que el Gobierno distribuya anticonceptivos en los centros juveniles. Así, han instado a la juventud que se mantenga vigilante y resista “cualquier tentativa de atraerlos a la idolatría del placer sexual, usar anticonceptivos, recurrir al aborto, abusar de las drogas y otros vicios”.
Finalmente, felicitaron a los movimientos provida nigerianos aprovechando el próximo aniversario de la encíclica ‘Humanae Vitae’. Así, hicieron un llamamiento a todo el país, y especialmente a todas las familias, a “abrazar y honrar la cultura de la vida, una cultura marcada por la fe y la solidaridad”.