La presencia de la mujer en la Santa Sede está consolidada. Son las palabras de Silvina Pérez, directora de la edición en español de L’Osservatore Romano. En una entrevista hoy, 6 de marzo, al diario La Razón, la periodista argentina indica que “en el Vaticano no hay brecha salarial”. Y subraya: “Hay un nivel de contratos que están determinados por categorías. De modo que cuando uno trabaja en el Vaticano accede a estos niveles, hay 10 en total, y tienen la misma retribución independientemente de que sean hombres o mujeres”.
Preguntada sobre si en alguna ocasión se ha sentido rechazada por algún compañero por su condición de mujer, es tajante: “Jamás ha sucedido, porque L’Osservatore Romano tiene una tradición importante de trabajadoras femeninas en su redacción, incluso con niveles de responsabilidad”. De hecho, confirma que el número de mujeres que trabajan intra muros ha crecido constantemente en los últimos años. En total, unas 700 empleadas, que representan el 21% del personal.
En relación a la visión del Papa sobre la mujer, Pérez recuerda que “Francisco siempre ha hablado de la dimensión femenina de la Iglesia como acogedora, que genera y regenera la vida”, porque “el discurso del Papa pretende, sobre todo, que las mujeres no se sientan invitadas en la vida de la Iglesia, sino que se sientan partícipes y formen parte a pleno título en todos los ámbitos de la vida social y eclesial”.
El obispo de Tarazona, Eusebio Hernández Solá, se suma a otras voces de Iglesia, como la del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, para apoyar las movilizaciones del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. El agustino recoleto se muestra contrario a todo tipo de desigualdad, especialmente a la salarial, y lamenta que no se den más pasos para la incorporación de la mujer en cargos de responsabilidad en el seno de la Iglesia, según afirmó ayer, 5 de marzo, en declaraciones a Cadena Ser.
“Todos somos iguales. Y es más, si hay que distinguir a alguien sería a la mujer más que al hombre. Por lo tanto, yo os animo a que hagamos esta reivindicación por una sociedad siempre en principios de igualdad”, declaró. Asimismo, recalcó que “es especialmente desagradable la diferencia de salarios que hay entre hombre y mujer. Esto no es justo”.
En relación a la Iglesia, el prelado considera que “tiene que dar todavía unos pasos, pero yo creo que se están dando. El papa Francisco es un hombre que lo intenta, que lo está promoviendo, lo que pasa es que todavía hay algún grupo que se resiste a ceder el paso, a la venida de las mujeres a ocupar cargos de responsabilidades”.
Prohibidos los smartphones en el confesionario. El cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor, se expresó de esta manera durante la ‘Lectio magistralis’ con la que inauguró el 29o curso sobre el Fuero Interior que comenzó ayer, 5 de marzo, en el Palacio de la Cancillería en Roma. “Tengo noticias de que algunos confesores chatean en las redes sociales mientras los penitentes se confiesan. ¡Este es un acto gravísimo, que no dudo en definir de ateísmo práctico, y que demuestra la fragilidad de la fe del confesor en el evento sobrenatural de gracia que se está viviendo!”, dijo el purpurado, según recoge Vatican Insider.
Piacenza dijo que “no es raro, desgraciadamente, recibir quejas de fieles escandalizados por la distracción del confesor, que no presta atención a sus palabras o, incluso, está haciendo otra cosa durante el diálogo. Bajo este aspecto, se me permita una sola indicación, que vale para todos: no se entra al confesionario con el teléfono encendido, ni mucho menos se usa durante los coloquios sacramentales”.
La confesión es antes que nada “escucha (a 360 grados)”, además de “encuentro con Cristo, auténtico espacio de libertad”, ocasión para identificar la propia “vocación”. Por lo tanto, una ocasión para que “todos los fieles (particularmente los jóvenes)” vean satisfechas las “necesidades múltiples y universales de cada persona: belleza, justicia, libertad, verdad y amor”.