En la Audiencia General de los miércoles, que se ha celebrado esta mañana en la Santa Sede cuando, al hablar de la oración por los difuntos ha recalcado que ese momento es el específico para recordar a nuestros seres queridos: “Si tengo alguna persona, parientes, amigos, que están necesitados o que han pasado de este mundo al otro, puedo nombrarlos en ese momento, interna y silenciosamente”.
A continuación, explicó que se puede escribir para que el celebrante lea en voz alta el nombre del ser querido, dejando muy claro, con su habitual tono cercano, que nadie debe cobrarte por nombrar a tu familiar: “Padre, ¿cuánto tengo que pagar para que digan ese nombre allí?” – “Nada”. ¿Lo habéis entendido ? ¡Nada! La misa no se paga. La misa es el sacrificio de Cristo, que es gratuito. La redención es gratuita. Si quieres hacer una oferta, hazla, pero no se paga. Es importante entender esto”.
Encargar una misa
Aunque nada se puede decir sobre la gratuidad de la eucaristía, la tradición ha hecho que “encargar” misas de difuntos haya sido una manera en la que las iglesias se financiaban, los conocidos estipendios, lo que ha supuesto distintos tipos de abusos, en pocos casos, pero que afean la labor del resto. Para conocer la realidad en una parroquia,Vida Nueva habla con Mariano Sáez, párroco de San Francisco de Sales, en el popular madrileño barrio de Tetuán, en Madrid, quien explica cómo se gestionan las misas de difuntos en su parroquia.
Al empezar a hablar nos aclara que las cuentas de la parroquia pasan por el control diocesano, que las evalúa y audita. “Es la diócesis quien marca un estipendio autorizado por eucaristía que actualmente es de 10 euros”, aunque aclara que “la media por eucaristía que recibimos es de 6 euros, muchas no se pagan ya que siempre comentamos que es voluntario, pero eso no marca la diferencia”.
También explica que suelen tener tres tipos de peticiones distintas, “por una parte las intenciones fijas que algunas familias tienen durante años el mismo día para recordar a sus familiares, las misas gregorianas, que son 30 días consecutivos recordando al familiar difunto en la eucaristía y los funerales para los que reservamos una eucaristía específica cada día”.
Controles diocesanos
Para la transparencia de cada parroquia son las diócesis quienes controlan las cuentas y presupuestos de las parroquias. Así, los ingresos que se reciben por estas celebraciones van indicados como tales, lo que reduce la posibilidad de malas praxis.
La diócesis de Málaga tiene de manera pública, en su web, una página en la que publican el Decreto sobre el estipendio y las ofrendas de cara a la celebración de los sacramentos. Justifica el texto los pagos ayudan a “que la Iglesia pueda disponer de una mínima organización y medios técnicos, puestos al día, que le permitan realizar sus actividades y atender debidamente a quienes reclamen los servicios”.