“El sacerdocio no nos va a hacer iguales a las mujeres”

  • Una mesa redonda de mujeres con responsabilidades en la Iglesia española reclama que “todos debemos ser feministas”
  • El debate se realizó durante la presentación al libro ‘Diez cosas que el Papa Francisco propone a las mujeres’, de Teresa Compte

“El sacerdocio no nos va a hacer iguales a las mujeres”

Pistoletazo de salida eclesial a los actos con motivo del Día Internacional de la Mujer. Una mesa redonda en la que participaron algunas de las mujeres con cargos de responsabilidad. A saber, la secretaria general de Cáritas Natalia Peiró, la presidenta de Manos Unidas Clara Pardo y la recorta de la Universidad Pontificia de Salamanca Mirian Cortés.

Juntas, para respaldar la presentación del libro “Diez cosas que el Papa Francisco propone a las mujeres” (Publicaciones Claretianas) de la secretaria académica de la Fundación Pablo VI, María Teresa Compte. Una obra que arranca con una carta del Papa Francisco en la que denuncia su preocupación porque “el papel de la mujer sea más de servidumbre que de servicio”.

La mirada de sospecha

“Hablamos mucho de si nombramos o no a mujeres para cargos, de ministerios… Pero hay algo que plantea el Papa fundamental: si vamos a hacer una teología de la mujer, necesariamente tenemos que acabar con la mirada de sospecha sobre la mujer. Que el pecado entró por medio de la mujer es falso. El pecado es humano, no es de hombre o de mujer”, expresó Compte.

“Se está haciendo mucho por la igualdad, pero hay muros y trabas por derribar”, reconoció Cortés, consciente de que “hay voluntad y buenas intenciones, pero falla la práctica, no se trata de quitar un lugar a los hombres sino de que las mujeres ocupen a su lugar”.  Sobre la realidad universitaria, constató cómo hay más alumnas que alumnos, una proporción que se reduce cuando se da el paso al doctorado como al profesorado. “Cuando yo estudié, éramos cinco chicas en clase y hoy eso ha cambiado”, reflexionó Clara Pardo que hizo un llamamiento a continuar poniendo medidas en relación a la necesidad de una mayor conciliación.

Pobreza con rostro femenino

“El rostro de la pobreza dentro y fuera de España es un rostro de mujer”, sentenció Natalia Peiró. “Y tiene rostro de mujer en muchos casos fuera de nuestra frontera porque ni siquiera son conscientes de los derechos que tienen”, denunció la presidenta de Manos Unidas, haciendo repaso a continuación de cómo las mujeres, lamentablemente, encabezan las listas de marginación, los malos tratos, la desnutrición… en todo el planeta. Cortés añadió que “la mujer sufre hoy muchos tipos de violencia, no solo física, sino también laboral”.

“De la Ilustración hasta hoy, la Iglesia se ha sentado a hablar con todo el mundo. Pero no me equivoco al decir que no nos hemos sentado a hablar con el movimiento feminista. Los hechos nos llevan la delantera. ¿Dónde están las mujeres democristianas que sentaban con las feministas?”, se preguntó Compte. “No podemos negarnos a sentarnos con una mujer abortista, porque hay otros asuntos por los que sentarnos en defensa de la dignidad”, dejó caer la profesora del Instituto Superior de Pastoral. “Una de las cosas que nos pide el Papa en ámbitos como migraciones o en el mundo del trabajo, es promover la cultura del encuentro entre partes que parecen diferentes”, apoyó la secretaria general de Cáritas.

El encuentro de la samaritana

“Hombres y mujeres: todos tenemos que ser feministas”, suscribió la rectora de la Pontificia de Salamanca, que a renglón seguido manifestó: “Jesucristo fue el primer feminista de la historia. Ahí está su encuentro con la samaritana, rompiendo barreras de todo tipo, hasta de raza y fue a ella la que le anunció que él era el Mesías. No solo manifiesta delicadeza con la mujer, sino confianza con ella, uno de los grandes problemas hoy”.

Por eso, apuntó que “en la Iglesia, la mujer el único límite que tiene el acceso al ministerio. Pero el sacerdocio no es el problema, sino todo lo demás. El sacerdocio no nos va a hacer a las mujeres iguales, lo tenemos por el bautismo”. “El problema es todo lo demás”, apostilló Compte: “Cuando la vocación es sinónimo de puedes ser explotada, el problema es ese”.

Mirian Cortés señaló que “más que una reflexión únicamente sobre la mujer, será una reflexión sobre el laicado en general”. “Muchas veces me he preguntado porqué las consagradas no estudian derecho canónico y lo dejan en manos de un sacerdote externo”, interpeló la rectora.

“Sería mejor hablar de feminismos que de feminismo. Nuestro feminismo es de matriz cristiana, que se ajusta a la verdad del Evangelio”, añadió Fernando Prado, director de Publicaciones Claretianas, que ejerció de moderador.

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