El de la prensa y la Iglesia en la España contemporánea es un tema de amplio recorrido en el que la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Pablo CEU ha encontrado un filón formativo e informativo. El último, abordado este 8 de marzo, en lo que eran sus VIII Jornadas, se dedicó a desentrañar los retos, implicaciones, presiones, y también errores, de lo que conlleva ser –como la Cope– una ‘radio confesional en una sociedad pluralista’, que así era su lema.
“La radio confesional es necesaria, tiene que moverse entre la identidad y la audacia, y más en una sociedad pluralista como la que vivimos”, comenzó diciendo Ginés García Beltrán, presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal.
En este sentido, el nuevo obispo de Getafe –que llegó conduciendo su propio coche y conociendo ya de primera mano los atascos de la hora punta madrileña– aseguró que “la Iglesia todavía tiene que acostumbrarse a vivir en una sociedad plural, donde tiene una palabra que decir y en la cual los medios confesionales son una preciosa oportunidad para estar en medio de ella”.
“A veces estamos en el filo de la navaja”
A aquellos que, dentro de la Iglesia, quieren una Cope más parecida a Radio María, Beltrán les respondió apostando por el carácter “generalista” de la cadena episcopal, porque “la Iglesia existe para informar el orden temporal, que es la misión de una radio generalista, lo que significa que a veces estamos en el filo de la navaja, en la frontera y que nos podemos equivocar, pero forma parte del juego de estar en medio de la sociedad”, señaló.
Tras su breve pero jugosa intervención, el obispo introdujo al “siempre sugerente” Antonio Pelayo, corresponsal de Vida Nueva en el Vaticano, quien reivindicó en su ponencia un lugar en las sociedades democráticas para los medios confesionales, recordando su presencia “sin complejos” en otros países de Europa y América, y afirmando que una “una sociedad sanamente pluralista no puede considerar una intromisión que en su seno haya radios, periódicos y televisiones católicas”.
“Solo desde el sectarismo pueden ser consideradas una radio confesional y una sociedad pluralista términos antitéticos y contradictorios”, señaló el veterano comunicador, con más de 30 años colaborando en Cope, en Antena 3 Televisión y que, tras su incursión en las redes sociales, se considera “un periodista multimedia”.
Homenaje a José Luis Gago
Pelayo ensalzó la labor en España de la radio, capaz “de haber formado ya a las 10 de la mañana la opinión de millones de ciudadanos“, labor de la que también participa la Cope, “que hoy es el principal órgano informativo de la Iglesia española”.
“La Cope ha llegado ser lo que es hoy a través de un largo y no siempre fácil camino”, señaló el sacerdote y periodista vallisoletano, quien en ese momento quiso “rendir un homenaje a una figura fundamental en la creación de esta cadena, José Luis Gago, dominico fallecido en 2012, quien tuvo que hacer frente a zancadillas, también clericales, pero esa emisora no sería hoy lo que es sin su contribución, unida siempre a su fidelidad a la Iglesia”.
Recordó en este punto Pelayo varios pasajes del ideario católico de la Cope, subrayando que, además de “difundir la doctrina católica”, entre sus objetivos está también “el servicio a la verdad con espíritu de convivencia en su tratamiento informativo y con sentido de independencia de opciones partidarias, es decir, talante democrático y respeto al pluralismo”.
“Intereses políticos y personalismos: agua pasada”
Pero eso no siempre fue así, recordó el sacerdote. “A lo largo de su historia, la Cope ha conocido algunos cortos períodos en los que el ideario quedo ofuscado por intereses políticos o personalismos. Pero eso es agua pasada…”.
Hoy, añadió Pelayo, “la existencia de una radio confesional en España no es una anomalía, sino una experiencia indispensable que debe respetar toda estructura estatal que se pretenda pluralista”, recordando que “solo las sociedades totalitarias pueden esperar encerrar a la Iglesia católica”.
Pero si reivindicó su lugar en una sociedad plural, también abogó porque “las autoridades eclesiásticas deben reconocer la libertad de juicio de los responsables de la información en la radio confesional, y estos no basarse en juicios superficiales. Es un juego delicado, pero necesario si invocamos el derecho a vivir en una sociedad pluralista, porque debe prevalecer el servicio a la verdad”.
En este sentido, Pelayo recordó las palabras del fundador de la institución que organizaba estas jornadas, el cardenal Ángel Herrera Oria, quien, al referirse al histórico diario El Debate, afirmaba que “es un periódico católico, pero sin llamárselo”. Y es que, para Pelayo, “un excesivo celo propagandístico podría ser contraproducente“.