Siete de cada diez españoles se irían de cañas con el Papa (66,5%), según el estudio de opinión pública de NC Report para Vida Nueva sobre ‘Cómo ven los españoles al papa Francisco’. Un porcentaje que aumenta si se pregunta a los más jóvenes: 8 de cada 10 ‘millennials’ –18/29 años– también se tomarían una cerveza con Francisco (78,6%). Un número similar al del grupo de los adultos de 30 a 44 años (81,8%). Las cifras descienden en los otros dos segmentos de españoles: un 64,5% en las personas de entre 45 y 64 años y un 63,2% en las de 65 en adelante. Aunque la mayoría se iría de cañas con él, la cifra mayor es la de los católicos (68,6%), seguidos por los ateos (62%) y el resto de confesiones (47,5%).
Ningún político aprueba el examen de la sociedad en España. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, obtiene la calificación más alta –según el último Barómetro del CIS (enero 2018)–: 4,01. Fuera de nuestras fronteras, hay otro líder más del gusto de los españoles: Jorge Mario Bergoglio. La mayoría lo conoce como papa Francisco. Y es un hombre de notable, puesto que nuestro país le califica con un 7,1. Una nota que aumenta según se avanza en edad. Así, los ‘millennials’ le aprueban con un 6,5. Mientras, en el grupo de entre 30 y 44 años casi roza el notable (6,9). Es entre los de 45 y 64 donde obtiene un 7, una cifra solo superada por los jubilados, que dibujan un líder de 7,6.
Francisco es aplaudido tanto cuando juega dentro como fuera de casa. Y es que es aprobado por ateos, católicos y creyentes de otras confesiones. No obstante, es cierto que es dentro del grupo de católicos donde único supera la media, con un 7,3. Por su parte, los españoles que se consideran ateos lo califican con un 5,6; mientras, los creyentes de otras confesiones le dan un 6,8.
Los españoles se decantan por la política de tolerancia cero en los casos de abusos. Así, la lucha contra esta lacra es destacada por el 71,7% de los encuestados. Un porcentaje que aumenta si solo se pregunta a los católicos hasta el 72,1%. Ocho puntos por debajo se sitúa la defensa de los pobres, migrantes y refugiados (63,2%). Una variable que preocupa más a creyentes que a ateos, y dentro de los que profesan una fe, a los católicos. De hecho, solo el 30% de los ateos lo valoran, por el 72,1% de los católicos y el 50% de los creyentes de otras confesiones. El otro valor que se sitúa por encima del 50% para el conjunto de la sociedad es la acogida a los homosexuales (50,3%). En este caso, es más valorado por los católicos (52,3%) que por ateos (48,6%) y otros creyentes (32,5%).
Más alejados, los españoles han situado el diálogo con otras religiones (35,0%), la apertura a los divorciados (32,1%), la crítica al actual sistema económico (30,1%), el liderazgo en las relaciones internacionales (26,4%), la reforma de la Curia (24,5%) y la mirada ecológica (15,2%). Y solo en el grupo de 65 y más años la defensa de los últimos (78,9%) supera la lucha contra los abusos (77,2%). Por su parte, los que más valoran la apertura a los divorciados (45,5%) son las personas de entre 30 y 44 años.
El grupo de ateos es el que más valora su liderazgo en las relaciones internacionales, con un 28,6%. El porcentaje baja si se pregunta a católicos (26,7%) y otros creyentes (25,0%). También el diálogo con otras religiones es más valorado fuera que dentro. Un 50,0% de los creyentes de otras confesiones lo citan, por un 42,9% de ateos y un 34,9% de católicos. Sin embargo, los católicos son quienes ven con mejores ojos su mirada ecológica (16,3%), seguidos de ateos (12,9%) y otras confesiones (12,5%).
La cercanía del Papa argentino le ha valido el cariño de las masas. Pero ¿es suficiente el culto al líder para mejorar la imagen de la Iglesia? Aparentemente sí, pues el 63,2% considera que la imagen de la institución ha mejorado en estos cinco años. Sin embargo, son los jóvenes (57,1%) los más escépticos a la hora de considerar que la imagen de Francisco también cambia la de la institución.
Francisco ha sido calificado, no en pocas ocasiones, de revolucionario. Sobre esta cuestión también ha querido tomar el pulso la encuesta. En concreto, un 55,2% cree que está provocando una revolución en la Iglesia, mientras que un 36,2% considera que no. Y es el sector joven el que menos cree en la revolución con un 50%. En cuanto a la religión de pertenencia, seis de cada diez ateos sí ve la revolución de Bergoglio en la institución. Estos datos descienden al preguntar solo a católicos (52,3%) y a creyentes de otras confesiones (50%).
Solo el 18,9% de los españoles admite haberse planteado acercarse o se ha acercado más a la Iglesia gracias a las palabras y gestos de Francisco. Por el contrario, casi ocho de cada diez no han sentido la llamada pese a valorar cada vez más la figura del obispo de Roma. Nuevamente, los más jóvenes (18-29 años) son los más alejados. Un 14,3% se ha acercado más a la institución gracias a Bergoglio. Pero, por otro lado, sí es cierto que un 20,9% de quienes se autodenominan católicas –en España representan el 68,5%– sí se ha acercado más a la Iglesia, por un 6,7% de ateos.
Las cuatro cualidades que destacan los españoles son valiente (95,3%), inteligente (94,6%), cercano (94,3%) y progresista (73,6%). En estas cualidades hay un altísimo consenso tanto por edades como por identificación religiosa, presentando diferencias por debajo de 10 puntos, con la única excepción de progresista, cualidad para la que se detecta el mayor salto entre los jóvenes de 18 a 29 (57%) y el siguiente escalón de edad, de 30 a 44 (73%). También hay diferencias en cuanto a cercano, siendo percibido así más por los adultos de 45 a 64 (100%) que por los más jóvenes, de 18 a 29 (71,4%). Algo similar sucede al comparar entre católicos y ateos, obteniendo porcentajes parecidos en los casos de progresista (73-78%) y algo superiores en los de valiente (96-76%), cercano (95-78%) e inteligente (95-80%).
Las diferencias entre católicos y ateos a la hora de puntuar la rebeldía del Papa es solamente del 0,4%. Son, sobre todo, los jóvenes de 18 a 29 y los jóvenes-maduros de 30 a 44 los que así le ven. Por último, es visto como alguien cercano, pero no mayoritariamente como populista o no, por lo menos, por los más jóvenes, encontrando aquí la mayor distancia de toda la lista de cualidades entre el primer tramo de edad, de 18-29 (con un 29%) y el último, de 65 y más (con un 49%).