El Obispado de Alejuela (Costa Rica) tiene acento español. El religioso amigoniano Bartolomé Buigues Oller (Alicante, 1963) es el nuevo obispo electo de la segunda diócesis más grande del país, pues se sitúa en el valle central, con una población de alrededor de 800.000 personas. Así lo hacía público la Santa Sede el pasado 1 de marzo. Solo unos días antes había ido a la nunciatura para oír de boca del nuncio Antonio Arcari el nuevo encargo que el papa Francisco tenía para él. Y no dudó en darle el sí quiero.
“Mi máxima siempre ha sido estar disponible”, explica en conversación con Vida Nueva. El actual prelado de Alejuela, el agustino recoleto Ángel San Casimiro –también español–, había pedido la renuncia por edad en septiembre. Y ahora Bergoglio vuelve a confiar el pastoreo de la diócesis a un religioso de nuestro país. Días después de hacerse público el nombramiento, el nuevo obispo atiende a esta revista desde la tranquilidad del paso de los días y confiesa que “asusta” su nuevo encargo, pero admite que no tiene miedo, porque “confío en el Señor”: “Él va a trabajar, yo voy a servir”.
Su ordenación está prevista para el próximo 26 de mayo. “Tengo mucha ilusión por ir a la nueva diócesis, que no conozco aún en profundidad, pero sí sé que hay mucha gente que viene del campo y es un ambiente muy bonito”, señala. El pastor tendrá a su cargo a 100 sacerdotes –“todos nativos”, subraya–, que atienden un total de 34 parroquias. Aunque no maneja su nueva realidad al dedillo, sí que conoce la Iglesia costarricense: “Una realidad muy cercana a Francisco”.
El religioso amigoniano vive estos momentos con alegría, un sentimiento compartido por toda su familia carismática, pues, 129 años después de la erección de los Terciarios Capuchinos, un religioso vuelve al episcopado. Y es en honor al obispo fundador, Luis Amigó, obispo de Solsona (1907-1913) y de Segorbe (1913-1934), habiendo elegido su mismo lema episcopal: ‘Doy la vida por mis ovejas’. Es “un modelo espiritual para mí”, destaca en su carta de agradecimiento al papa Francisco.