Ayer, jueves 8 de marzo, dio comienzo en el Vaticano un ‘hackathon’ que se prolongará hasta el día 11. Esta palabra, una mezcla de hacker y maratón, se utiliza para designar a un evento en el que todo tipo de programadores y expertos informáticos se reúnen durante varios días para desarrollar ‘software’ y ‘apps’ que respondan a un objetivo concreto. En el caso del Vaticano, se busca aportar nuevas ideas de los ámbitos del diálogo interreligioso, inclusión social y migrantes y refugiados. La inscripción ha estado abierta a jóvenes, particularmente a los universitarios, de cualquier nacionalidad y credo.
A pesar de que el nombre pueda tener connotaciones negativas, es solamente una forma de denominar al evento, ya que los organizadores han asegurado que “no se cometerán actos de piratería informática”, porque se trata de “hackear problemas” y no seguridad. La organización corre a cargo de la Secretaría de Comunicación y cuenta con la presencia de varios voluntarios de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Relación entre ciencia y fe
El secretario de la Secretaría de Comunicación de la Santa Sede, Lucio Pérez, ha dado más detalles acerca de la iniciativa en Vatican News: “Como evento es nuevo porque es algo contemporáneo (…) Pero como realidad de tratar de hacer dialogar profundamente hacia la resolución de problemas concretos, es una realidad de toda la vida. La Iglesia con la ciencia siempre tuvo una intrínseca relación”.
Pérez también ha asegurado que Francisco se alegró al conocer el proyecto y les animó a hacerlo: “Es una iniciativa que fue presentada al Santo Padre desde el inicio y que el Papa vio con alegría, nos animó mucho a realizarla por ser una iniciativa que une la cultura, la fe, la ciencia y la técnica en vistas a la resolución de problemas concretos”.