Mario Zenari: “En Siria el sufrimiento es universal”

El nuncio apostólico en Siria, cardenal Mario Zenari fotografía de archivo

“Basta un movimiento equivocado y los distintos países presentes en Siria se pisarán entre ellos”. El cardenal italiano Mario Zenari, nuncio apostólico en Damasco desde hace nueve años, ha vivido el desarrollo del conflicto sirio desde sus inicios y teme que acabe desembocando en una guerra regional o mundial. En los últimos días, los bombardeos del régimen de Bashar Al Assad han matado a cientos de personas en el enclave rebelde de Guta Oriental, a pocos kilómetros de la capital.

Creado cardenal por Francisco en el consistorio de noviembre de 2016 como símbolo de su preocupación por Siria, Zenari, al hablar de la situación de los cristianos, dice que el sufrimiento resulta “universal” para todos los sirios y que no hay que hacer “una competición” para ver quién lo pasa peor. Lamenta, además, que los miembros de esta minoría hayan dejado de forma masiva su tierra.

PREGUNTA.- ¿Vive hoy el país una guerra mundial a pequeña escala?

RESPUESTA.- Se ha dado una concentración de las potencias más fuertes: Estados Unidos, Rusia, Israel, Irán, Turquía… Y luego está Israel al otro lado de la frontera, que interviene cada poco… Hay una presencia muy grande de militares extranjeros y la situación es peligrosa, pues es fácil que cada uno supere las líneas rojas del otro y el conflicto empeore más. Hace poco le escuchaba al embajador francés que se dan todos los ingredientes para que se desencadene un enfrentamiento a nivel regional e internacional. Esa es la situación: el fuego puede saltar en cualquier momento. Basta un movimiento equivocado y los distintos países presentes en Siria se pisarán entre ellos.

P.- Aunque quedan todavía algunos pequeños grupos de combatientes, el Estado Islámico (EI) ha sido derrotado en Siria, pero la situación en el país no ha mejorado. ¿Qué ha ocurrido?

R.- La situación no ha mejorado para nada. En Damasco estamos viendo un aumento de la violencia. Cada poco caen cohetes que resultan mortales y escuchamos los aviones militares que nos sobrevuelan. En Guta Oriental, los combates son cada vez más duros. Lo mismo ocurre en Idilib, al noroeste. Y luego está la situación de Afrin, junto a la frontera, donde han penetrado carros de combate y soldados turcos para atacar a los grupos kurdos porque los consideran terroristas. Pese a que el EI ha sido derrotado en un 98%, el conflicto en Siria no ha terminado. De hecho, solo en la primera semana de febrero ha habido más de mil víctimas mortales en los enfrentamientos en Idilib y Guta Oriental. En las últimas semanas sufrimos una escalada de violencia.

P.- ¿Son los cristianos sirios víctimas dobles del conflicto debido a que pertenecen a una religión minoritaria?

R.- Aquí, en Siria, el sufrimiento es universal. No hay que hacer una competición para ver quién sufre más. Todos los sirios sufren, todos están en la misma barca, sean de uno u otro grupo étnico o religioso. Todos han visto morir a familiares y amigos. Todos han visto sus viviendas y templos destruidos. Dejando esto claro, hay que decir que como en cualquier guerra civil, también en esta, los grupos minoritarios son los más débiles. Los cristianos sufren más riesgos, pues se ven más expuestos, y excepto algunos pequeños grupos, casi todos están desarmados. Sienten una gran incertidumbre hacia su futuro, lo que les ha llevado a emigrar. En Alepo, donde antes de la guerra vivían 150.000 cristianos, ahora serán unos 35.000.

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