Vaticano

Francisco en el ángelus: “El cristianismo no es un atajo”

  • El Papa invita a abrir el corazón en esta Cuaresma para “aceptar cada vez más la misericordia de Dios”
  • Bergoglio pide a los jóvenes “poner la inteligencia que Dios nos da al servicio de la verdad y del necesitado”





En el cuarto domingo de Cuaresma, Francisco, al hilo de la conversación de Jesús con Nicodemo, invitó durante el rezo del ángelus a no perder la esperanza y “tomar atajos peligrosos” pues, como afirmó, Dios “no se aparta, sino que entra en la historia de la humanidad para animarla con su gracia”.

“Estamos llamados -dijo el Papa- a rechazar la tentación de considerarnos seguros de nosotros mismos, de querer prescindir de Dios, alegando libertad absoluta de él y de su Palabra. Cuando encontramos el coraje de reconocernos por lo que somos, nos damos cuenta de que somos personas llamadas a lidiar con nuestra fragilidad y nuestros límites. Entonces puede pasar por la angustia, la ansiedad por el mañana, el miedo a la enfermedad y la muerte. Esto explica por qué muchas personas, en busca de una salida, a veces toman atajos peligrosos como el túnel de las drogas o el de supersticiones o ruinosos rituales mágicos”.

Una fe y una vida moral sana

El cristianismo no ofrece consuelos fáciles, no es un atajo, sino que requiere fe y una vida moral sana, que rechaza el mal, el egoísmo y la corrupción. Pero también nos da la verdadera y gran esperanza en Dios Padre, rico en misericordia, que nos ha dado a su Hijo, y así nos revela su inmenso amor”, señaló el Pontífice.

Por eso, Jorge Mario Bergoglio invitó a “abrir el corazón a este regalo” y a aceptar durante la Cuaresma “la alegría de la aceptación cada vez más la misericordia de Dios”. “Solo entonces -añadió- podremos vivir una vida animada por la justicia y la caridad, y vamos a ser testigos de este amor divino, un amor que se da solamente quien se lo merece, no pide recompensas, sino que se ofrece libremente, sin condiciones”.

Finalmente, y antes de despedirse, de desearles un buen almuerzo a todos y de pedirles que no se olvidasen de rezar por él, Francisco saludó también a los universitarios que se reunieron en el primer ‘hackathon del Vaticano’, promovido por la Secretaría de Comunicación, y a quienes les pidió “poner la inteligencia que Dios nos da al servicio de la verdad y del más necesitado”.

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