Carmen Lomana expone hasta el 29 de abril en el Museo del Traje de Madrid 77 piezas de su colección privada, con modelos de Chanel, Dior o Valentino. Es una de las pocas clientas de Alta Costura que existen en Europa, lo que convierte a su colección en una muestra única y exclusiva. Con la mujer culta, amante del arte y enamorada de la moda, pasamos una tarde observadas por diseños de Galliano, Oscar de la Renta y el venerado Alexander McQueen.
PREGUNTA.- Llevaba tiempo resistiéndose a abrir su armario al público pero al final se ha decidido… ¿por qué?
RESPUESTA.- Me daba pudor que me criticaran por el dinero invertido. Pero, sobre todo, me daba mucha pereza porque es como desnudarme. También me daba pena que estuvieran fuera de casa porque yo los cuido muchísimo, los tengo en un ambiente especial… Me da igual un Valentino que una prenda de Zara, todo lo cuido igual. Al final, ha sido maravilloso haberme decidido. Está yendo mucha gente. Esa respuesta me emociona y me compensa. Un grupo de franceses me dio las gracias, diciéndome: “Que Dios la bendiga, Carmen”.
P.- ¿Qué opina del papa Francisco?
R.- Como a todos los papas, le tengo un enorme respeto como católica, porque es el representante de Cristo en la tierra. El Espíritu Santo ilumina a los cardenales para que elijan al más adecuado. Quiero pensar que tienen razón. Lo pienso, de hecho. Francisco me encanta. Me gustaría que supiera que es el único papa al que he deseado conocer en audiencia. Tiene una mente progresista, abierta, social y comprometida que me emociona…
P.- ¿Le imagina interesado en la moda?
R.- ¡Claro! En el fútbol, en la gastronomía, en las tendencias estéticas… Aunque se vea obligado a llevar una vida austera, no le imagino fuera del mundo. De lo contrario, ¿cómo podría transmitir la positividad que emana de él?