El PP y el PNV, los dos grupos parlamentarios que iban a visitar el Valle de los Caídos el próximo día 26, cancelaron ayer 20 de marzo la visita. Esto se debe a que finalmente el prior Santiago Cantera ha retirado el recurso que impedía desenterrar a los muertos del bando republicano que fueron enterrados allí durante la dictadura. Ambos partidos consideran que una vez desbloqueada esta situación, no tiene sentido visitar la basílica de forma oficial.
Esther Muñoz, senadora popular y portavoz de la comisión de Justicia, ha sido clave en este proceso, ya que es ella quien ha hablado con el prior para hacerle cambiar de opinión. Además, ha mediado entre él y las asociaciones de víctimas de la dictadura para que se reúnan y hablen “las cosas de otra manera”, desjudicializando el asunto. Asegura también que el prior se ha mostrado muy satisfecho por poder encontrar una vía más tranquila para desbloquear la situación.
Por otra parte, Muñoz ha declarado que en las asociaciones hay familias más abiertas al diálogo que otras que tienen más “dolor acumulado”, pero parece que una reunión con ella como mediadora será posible.
Mediación y desbloqueo
Este problema surgió hace unos días cuando la comisión de Justicia del Senado, de la que Muñoz es portavoz, citó al prior para que explicara el recurso que había interpuesto ante la Audiencia Nacional. Cantera se negó a asistir a la comisión e invitó a cambio a sus miembros al Valle. La portavoz se puso en contacto con él para trasladarle su parecer y establecer un diálogo después de que los distintos grupos rechazaran la invitación del prior.
Finalmente, y tras una semana de conversaciones, ha retirado el recurso que, hasta que fuera resuelto, impedía a los trabajadores de Patrimonio Nacional entrar en territorio de la Basílica para realizar cualquier tipo de trabajo. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, también avisó de que la basílica no podría negarse a las peticiones del Estado.