El Rey emérito Juan Carlos ha recibido hoy, de manos del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijó, la credencial de embajador de honor del Camino de Santiago. En un acto realizado en el Parador de los Reyes Católicos, en la Plaza del Obradoiro de la capital compostelana.
En el discurso de agradecimiento, que el Rey emérito pronunció en gallego y castellano, el monarca valoró la ruta jacobea como “un elemento de corrientes espirituales, de tendencias artísticas, económicas y sociales“, en el que confluyen “catedrales y hospitales, monasterios y monumentos singulares”.
El en 25 aniversario de la declaración del Camino como Patrimonio de la Humanidad, su majestad ha querido mostrar su relación con Galicia: “Es un honor y una gran responsabilidad que me vinculan aún más a esta tierra de Galicia donde se funden la belleza de las rías y sus mares, prados y colinas en el Camino de Santiago, que es una formidable aventura del ser humano“.
El papa Francisco ha aprobado la petición de los obispos australianos de organizar un sínodo especial en 2020, con el fin de iniciar la reforma de una Iglesia local profundamente marcada por los escándalos de pedofilia en los últimos años.
El evento no es común. En 2020, la Iglesia australiana celebrará este sínodo especial, un proceso a nivel nacional cuyas propuestas, según el derecho canónico, tendrán fuerza de ley. Las medidas adoptadas en esta ocasión por los obispos del país tendrán, por tanto, una influencia directa en la Iglesia local.
Para la Iglesia australiana será, pues, una ocasión para repensar la presencia de la Iglesia en un país profundamente sacudido por los escándalos de pedofilia que han afectado a miembros del clero, incluso al más alto nivel, durante varios años.
El secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, Paul Gallagher, ha hablado en una conferencia en la Universidad Gregoriana, en la que ha argumentado que un encuentro fructífero entre el “mundo cristiano” y el “mundo chino” es posible a través de la inculturación de la fe a través de la experiencia concreta del conocimiento, de la cultura artística de la amistad con el pueblo chino.
“La misión de la Iglesia en China hoy -dijo el secretario- es ser plenamente católica y genuinamente china, haciendo el Evangelio de Jesús accesible a todos y poniéndolo al servicio del bien común”.
El representante del Vaticano, según ha informado Radio Vaticano, ha recordado que “a lo largo del tiempo, las relaciones entre China y la Iglesia católica han pasado por diferentes fases, alternando momentos de fructífera cooperación y de gran incomprensión y hostilidad, que han llevado, a veces, a situaciones en las que la comunidad de fieles ha vivido grandes sufrimientos.