La Cofradía de la Flagelación y el Banco de Alimentos de La Rioja convierten los ensayos de su procesión en una iniciativa caritativa
Los tópicos cofrades caen por su propio peso. Procesión a procesión. Ensayo a ensayo. Muchas trabajan duro para transformar la realidad, para construir el Reino de Dios desde uno de los pilares básicos de su ser y hacer: la caridad.
Un ejemplo de este comportamiento lo tenemos en La Rioja, donde mañana 27 de marzo hará su estación de penitencia la Cofradía de la Flagelación, después de haber llevado a cabo una recogida de alimentos el pasado domingo 18 de marzo con una idea muy original, bajo el lema ‘Échanos kilos’.
Aunque la mayoría de los ensayos que lleva adelante la Cofradía de la Flagelación se hacen en un polígono industrial, donde son menores los contratiempos que pueden producir en la vida de la ciudad, la semana pasada se cambió esta dinámica por una buena causa.
Los 34 costaleros de La Flagelación se situaron bajo la estructura de metal que utilizan habitualmente para sus pruebas para recorrer durante dos horas por el centro de la ciudad. ¿El resultado? 633 kilos de solidaridad, de comida no perecedera.
Tras el ensayo, María Ángela Quintana, hermana mayor de la cofradía, agradeció a los vecinos de la zona que se volcaran con sus donaciones, ante una iniciativa solidaria que nació a propuesta de la cuadrilla de portadores del paso. El éxito de este primer año ha llevado a Quintana a confirmar que en 2019 repetirán la experiencia. De momento mañana, y ya con la imagen de Jesús flagelado, harán su estación de penitencia. La de la caridad, ya la han recorrido.