La Iglesia de El Salvador espera que el papa Francisco visite el país el próximo enero, cuando tiene previsto viajar a Panamá para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y celebre así la canonización del beato Óscar Arnulfo Romero en su tierra. Los obispos salvadoreños han hecho esta petición al Pontífice en una carta explicando que, de esta manera, los pobres podrían “participar en masa en la ceremonia”. La otra fecha que baraja el Vaticano para oficiar el ascenso a los altares del arzobispo de San Salvador asesinado mientras celebraba misa el 24 de marzo de 1980 es el próximo mes de octubre, coincidiendo con el Sínodo dedicado a los jóvenes.
“Como obispos de El Salvador hemos escrito una carta al Papa Francisco pidiendo que la canonización de monseñor Romero se pueda hacer aquí, para permitir que los pobres puedan participar en masa”, explicó el cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador y estrecho colaborador del célebre mártir centroamericano.
En una entrevista con la agencia Sir, cuenta que son dos las alternativas sugeridas al Vaticano. La primera es que el Papa visite El Salvador para celebrar la canonización el próximo enero “antes de ir a Panamá para la JMJ”. Si esta opción no fuera posible, se ruega a Francisco “que pueda al menos” visitar su tumba, “siempre en el ámbito de la JMJ, de la que monseñor Romero es patrono. Este es el deseo de los obispos de El Salvador”. El Vaticano todavía no ha respondido a su misiva.
Rosa Chávez presidió el pasado sábado una solemne Eucaristía en la catedral de San Salvador con motivo del 38° aniversario del martirio de monseñor Romero junto a los pastores de este país centroamericano. En su homilía, aseguró que el beato hizo una “ofrenda agradable a Dios” y recordó a los fieles que tienen frente a ellos una ardua tarea: “Dice el Papa que solo con la unidad podemos lograr nuestros objetivos y Romero lo está logrando, se siente el ambiente”.
La próxima canonización del arzobispo martirizado, anunciada por el Vaticano el 7 de marzo, ha provocado una gran expectación en el país. “Se ha hablado mucho del milagro, ligado al tema de la vida y de la familia. Muchas personas que no lo conocían ahora saben quién es”, dijo el cardenal salvadoreño.