En la Asamblea Plenaria de obispos realizada en noviembre del 2016 fue aprobada la idea de convocar a un Congreso Eucarístico para el año 2018. El tema fue planteado en los diálogos con el papa Francisco a comienzos del 2017 durante la visita ad limina, ocasión en que recibieron un entusiasta respaldo. Un año más tarde, en el encuentro de los obispos con Francisco durante su visita a Chile, el obispo castrense y presidente de la Conferencia Episcopal (CECh), Santiago Silva, reiteró al Papa esa decisión, cuando le expresó que “nos hemos propuesto prolongar su visita a nuestro país y su mensaje con un Congreso o Año Eucarístico Nacional que se vivirá, en cada iglesia particular, a partir de marzo hasta noviembre de este año”.
El Congreso Eucarístico fue oficialmente convocado el 21 de marzo para todo el país cuando el obispo presidente de la CECH firmó el decreto respectivo. A su vez, en cada diócesis, durante la Misa Crismal de esta Semana Santa, se dio lectura al decreto que promulga esta celebración y los obispos invitaron a la comunidad diocesana, en presencia de todo su clero, a participar activamente. El lema motivador será “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”, frase de san Alberto Hurtado que Francisco recordó en su saludo a los jóvenes durante su visita al país.
Encuentro con Cristo
La convocatoria se fundamenta en “la necesidad de hacer de la Eucaristía la fuente y cumbre de la vida de la iglesia y de cada uno de sus fieles, comunidad e iniciativas apostólicas”, se propone “fomentar el espíritu de adoración a Jesucristo realmente presente en la Eucaristía” para que así, “del encuentro personal y comunitario con Cristo vivo, brote un renovado ardor evangelizador que lleve a la iglesia a salir cada vez más al encuentro de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, en particular de los que padecen distintas formas de pobreza material o espiritual”.
El Congreso Eucarístico está convocado para iniciarse en esta Semana Santa y culminar en noviembre con una celebración en cada diócesis y luego un cierre nacional en Santiago.
En ese período desarrollará cuatro etapas: “el encuentro con Cristo”, hasta la festividad de Corpus Christi; “Cristo sale al encuentro de todos y nosotros con Él”, desde esa fiesta hasta el día de San Alberto Hurtado en agosto; “Cristo transforma nuestra vida”, hasta el día de San Francisco de Asís; y “una nueva creación en Cristo” que finaliza el domingo 11 de noviembre, para dar paso a los actos de culminación, en cada diócesis y nacional.
Dios entre nosotros
En Coyhaique, sede del Vicariato Apostólico de Aysén, su obispo Luis Infanti expresó que “la misión de Jesús quiere profundizarse en cada uno de nosotros, en su Iglesia. Cada hombre y mujer de hoy espera al liberador que trae devuelta la belleza de Dios, lo que Jesucristo llama su reinado; y aunque nuestras palabras nunca logran aclarar plenamente qué es este estado lo tratamos de definir llamándolo paz, amor, misericordia, libertad, vida, solidaridad; conceptos que son como pequeñas luces que nos ayudan a ver la gran luz de Dios entre nosotros; un Dios que sigue haciéndose presente en el pan de vida”, dijo al convocar al Congreso Eucarístico.
Por su parte, Héctor Vargas, obispo de Temuco y presidente del Área de Educación de la CECH, envió una carta a los vicarios y directores diocesanos de educación que les dice: “los exhorto a participar con entusiasmo y compromiso, sabiendo que la Eucaristía es fuente de comunión con Cristo, que transforma nuestras vidas y nos impulsa a salir al encuentro de los demás”. Haciendo referencia al lema del Congreso señala que esa será la brújula que orientará los pasos de los jóvenes hacia Dios y recuerda que es la pregunta que el papa Francisco les hizo durante su encuentro en la explanada de Maipú. “Los animo, en nombre del Episcopado Chileno, insiste, a que motiven este congreso en cada una de sus diócesis, haciéndolo presente en el mundo de la educación”.
