Yago de la Cierva: “La comunicación del Vaticano a veces está para tapar agujeros”

Yago de la Cierva siendo entrevistado. Fue director de comunicación de la JMJ

Yago de la Cierva fue director de comunicación de la JMJ de Madrid 2011 y dirige el máster de reputación corporativa de la Universidad de Navarra. Ahora, ha coordinado ‘Megaeventos de la Iglesia católica’ (Variopinto Comunicación), un libro para ayudar a los organizadores de eventos de la Iglesia.

PREGUNTA.- ¿Ha cambiado la comunicación de la Iglesia?

RESPUESTA.- En la Iglesia pasa como en todas las organizaciones, hay dos aspectos muy importantes. Uno es cómo se implementa la comunicación, pero lo importante es conseguir que se tomen las decisiones después de haber estudiado los elementos comunicativos que tienen. En la Iglesia, como institución, se ha mejorado mucho. El plan de Viganò (ex-prefecto de la Secretaría para la Comunicación) ha dado muchos pasos, pero aún no es del todo estratégico. Podemos verlo por ejemplo en el caso de China. La comunicación de la Santa Sede aquí es tapar agujeros, es reactivo. No se cuenta con ella a la hora de decidir.

P.- ¿Qué busca reflejar el libro?

R.- El libro es una ayuda para preparar eventos y además una llamada a la responsabilidad de los laicos. Los eventos funcionarán al incluirlos y dejar que el clero se centre en lo que solo ellos pueden hacer. Los laicos tienen que comunicar en la Iglesia en todos los temas en que el modelo a seguir sea un laico. Por ejemplo, el Papa está dejando explicarse a los jóvenes en el pre-sínodo y ¿quién explica mejor qué es un matrimonio que un matrimonio? No es sustituir la pastoral, sino un paso preparatorio a la misma.

P.- ¿Cómo es la comunicación del Papa?

R.- Acerca la Iglesia a miles de personas que no tenían curiosidad. Muchísima gente le ve como alguien positivo y cercano, y existe un cariño casi universal al Papa. Pero, al igual que en las empresas, si un líder tiene buena imagen pero esta no repercute en la empresa, algo falla. Otra vez, depende de cada diócesis y conferencia episcopal. Las hay que lo están aprovechando y las hay que no. Al final, se parece a un gran evento. Es una oportunidad, pero hay que aprovecharla.

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