Osoro a los religiosos: “Salid, hay que ser osados y atrevidos”

  • El cardenal arzobispo de Madrid aplaude la invitación del Papa a “no hacer proselitismo ni dejarse marcar por el lloriqueo”
  • En la apertura de la 47ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada, la presidenta de CONFER llama a escapar  “de esquemas preconcebidos” para escuchar a los jóvenes

El cardenal Carlos Osoro, en la apertura de la 47 Jornada de Vida Consagrada en Madrid

Sonrisas cómplices y una ovación final. Así recibieron el videomensaje del papa Francisco los asistentes a la 47ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada bajo el título ‘Llamó a los que Él quiso’. Las palabras de aliento de Francisco en el foro organizado por los claretianos a través del Instituto Teológico de Vida Religiosa empaparon cada una de las intervenciones de este primer día de encuentro.

Así lo puso de manifiesto el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que instó a un aforo mayoritariamente femenino a “no hacer proselitismo ni dejarse marcar por el lloriqueo”. Parafraseando a Bergoglio, Osoro apuntó que esto no solo no ayuda, sino liquida la alegría que tenemos que tener. Tengamos el atrevimiento de aquellas mujeres que se encontraron con Jesús: se postraron, lo abrazaron, se quitaron el miedo y fueron a anunciar que Cristo había resucitado”.

No somos propietarios de nada

“Que este encuentro esté marcado por la alegría pascual. La Vida Consagrada tiene que estar marcada por la vida consagrada”, expresó el purpurado, que les llamó a “desinstalarnos, no podemos sentirnos propietarios de nada, tampoco de nosotros mismos, esta es la opción que habéis hecho en vuestra vida: dársela, regalársela. Nuestra congregación no es nuestra sino del Señor”.

“Salgamos desde nuestra fragilidad, pero salgamos. Las mujeres fueron a ver al muerto desde su fragilidad, y desde ahí recibieron la gran noticia de la resurrección”, añadió Osoro con el Sínodo de los Jóvenes como telón de fondo, pidiendo a los consagrados “la audacia y compasión entrañable de Jesús para salir donde están los hombres y mujeres de nuestro tiempo”.  En este sentido, apuntó que “hay que ser atrevidos y osados, fiándonos del mandato del Señor: no hay Pascua al margen de la misión”.

La dulce y confortadora alegría del Evangelio

“Renovad aquí y ahora el encuentro con el Señor”, les animó Osoro, que les pidió “ser listos hasta para resucitar, no os mantengáis en el sepulcro de la oscuridad” para llevar “la dulce y confortadora alegría del Evangelio”.  “Romped esquemas aburridos donde nunca tiene lugar la creatividad divina”, reflexionó el cardenal, que añadió: “Yo me quiero apuntar algo novedoso, que dé fuerza, vida y esperanza”.

Mirian Cortés, rectora de la Universidad Pontificia de Salamanca, reconoció que la Vida Religiosa “es hoy el pulmón de la Iglesia”. Como canonista recordó que es necesario “cultivar el estudio de la Vida Consagrado, es una grave responsabilidad de las universidades”. “A los jóvenes hay que darles esperanza y ejemplo, vosotros sois ejemplo y los jóvenes os miran con afecto”, alentó Cortés, que se lamentó del “enorme vacío de valores” que viven los jóvenes.

La presidenta de Confer, Mariña Ríos, apreció la necesidad de “escuchar a los jóvenes, entrever el mundo del mañana y las vías que la Iglesia, y en ellas la Vida Consagrada, está llamada a recorrer”. La religiosa de la Compañía de María añadió que “los jóvenes se expresan con muchos matices, diversidad, a veces de forma contradictoria, lo que nos exige salir de esquemas preconcebidos sobre cómo son y más bien preguntarnos desde dónde y cómo escuchamos a los jóvenes”.

Ni superhombres ni supermujeres

En este sentido, Ríos invitó a acercarse a ellos con la mirada de Jesús “honda, que ve lo profundo sin juzgar, que nunca es amenazadora sino que siempre comprende y devuelve dignidades”. Junto a la escucha, la presidenta de CONFER hizo una llamada a los asistentes a “confrontarnos” para saber comunicar y transparentar “el milagro de la entrega, de la donación real: no si somos superhombres o supermujeres sino testimonio de la buena vida del Evangelio”.

El claretiano Pedro Belderrain, provincial de Santiago, hizo memoria para traer las palabras de Tarancón a los jóvenes durante el viaje a España de Juan Pablo II en 1982: “Jóvenes no tengáis miedo de pedirnos cosas, nunca nos pediréis más de las que nos pide Jesucristo”. A partir de ahí, Belderrain compartió además el saludo del superior general de los claretianos, Mathew Vattamattan.

Un papel decisivo

Por su parte, el director del Instituto Teológico de Vida Religiosa, Carlos Martínez Oliveras, comentó que “todo joven está llamado a confrontarse con una pregunta decisiva: ¿cuál es el sueño de Dios sobre mí?”. A renglón seguido reivindicó que “la Vida Consagrada, experta y experimentada en la búsqueda de Dios puede jugar un papel decisivo a la hora de ayudar a los jóvenes a dar respuesta a tan vital encrucijada”.

Martínez Oliveras explicó cómo el lema de las jornadas –’Los llevo en el corazón’- nace de la carta enviada por el Papa a los jóvenes como convocatoria del Sínodo: “El Papa quiere que todos tomen actitud activa para afrontar uno de los grandes retos eclesiales y, por supuesto, sociales, como es el desafío juvenil”.

Refiriéndose al documento elaborado por los jóvenes en el presínodo celebrado en Roma, Vicenta Estellés, presidenta de la Conferencia Española de Institutos Seculares, subrayó cómo “los jóvenes echan de menos la presencia de Dios en la vida cotidiano, nuestro desafío será pues dónde y cómo seguimos a Jesús entre los jóvenes”.

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