En el contexto de la Pascua, los integrantes del Comité Central de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en Venezuela, en nombre de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), a través de un comunicado dirigido a las comunidades cristianas y a la ciudadanía en general, expresaron “algunas inquietudes sobre situaciones y peligros que nos amenazan”, en términos de destrucción ambiental, al tiempo que reconocen también, “signos de esperanza que invitan al compromiso”.
Un gobierno que hipoteca el futuro
La principal denuncia radica en la gravedad de los problemas que aquejan a la población, como “hambre, pobreza y miseria, inseguridad ciudadana, emergencia sanitaria, persecución política, migraciones arriesgadas”, los cuales –aseguran los miembros de la REPAM Venezuela– “puede llevarnos a dejar de lado problemas que, por parecer menos urgentes en lo inmediato, pueden tener, y ya están teniendo, consecuencias desastrosas en todos los órdenes de nuestra realidad e hipotecando gravemente el futuro”.
Expresamente –continúa el comunicado– “nos referimos al tema de la ecología, por el creciente extractivismo desenfrenado que se ha ido implementando en los últimos tiempos”, cuyas desastrosas consecuencias no son menores, como se aprecia en “el calentamiento global, las fuentes de agua, la destrucción de los bosques, la agresión a los pueblos que habitan esas zonas cada día más devastadas”.
En clara referencia a la explotación del Arco Minero del Orinoco, al sur de Venezuela, la REPAM manifiesta su preocupación frente a las accciones del actual gobierno de Nicolás Maduro que, contraviniendo inclusive los principios constitucionales, desde febrero de 2016 decretó ese territorio como Zona de Desarrollo Estratégico Nacional.
Política minera invasora
“En los últimos años el Estado Venezolano ha emprendido una nueva política minera de forma vertiginosa e invasora (arrasadora) con la creación del Arco Minero del Orinoco”. Posteriormente, “por el Decreto 2.248 del 24 de febrero de 2016, el Gobierno Nacional decide atribuir a los militares todo lo relativo a las actividades lícitas de servicios petroleros, de gas y explotación minera en general, sin que esto implique limitación alguna”.
Ante la grave destrucción ambiental y la creciente exclusión poblacional, diversas organizaciones indígenas –señala la REPAM Venezuela– han denunciado en varias ocasiones ante las autoridades los “frecuentes atropellos a sus derechos”, pero tan sólo han recibido “silencio y represalias”.
Amenazas reales
Además los investigadores que alertan a la sociedad sobre amenazas reales al ecosistema, más de las veces son ignorados “debido a los poderosos intereses que están en juego”. “Saltan a la luz pública, de vez en cuando, noticias que, por su notoriedad (masacres, ajusticiamientos), rompen los cercos comunicacionales y circulan a través de las redes sociales, ignoradas por parte de los responsables”, ha señado la REPAM.
De cara a esta realidad, “la Iglesia en Venezuela, a través de la Conferencia Episcopal y de las comisiones que desarrollan un compromiso social y acciones de apoyo a los pueblos indígenas y afrodescendientes, hace suyos los clamores que resuenan en tantas partes para que se logre una situación de justicia y defensa de la naturaleza”.
Custodios de la ‘casa común’
Asimismo, conscientes de su rol los miembros de la REPAM Venezuela afirman que “nos sentimos interpelados por los llamados que el Papa Francisco y las autoridades del CELAM nos hacen a través de sus exhortaciones, para que nos hagamos custodios de esta casa común, la cuidemos, la defendamos para el disfrute de todos y de las generaciones futuras”.
Desde hace años Ia iglesia ha estado al corriente de las problemáticas socioambientales, proponiendo soluciones de respeto y equidad a la luz de la carta encíclica del papa Francisco Laudato Si’ que definen como “un instrumento esclarecedor y estimulante, que se ha convertido en un punto de referencia para todos”.
Más recientemente, la REPAM Venezuela también subraya el valor inspirador de la Exhortación Pastoral del CELAM Discípulos Misioneros Custodios de la Creación, en la que “se ponen en relieve aquellos puntos de la encíclica del Papa Francisco con mayor relevancia para nuestro continente”.
Todos estos elementos, sin duda, no son ajenos al Sínodo sobre “Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral” donde, asegura la REPAM Venezuela, “estamos centrando los esfuerzos en la preparación de este acontecimiento”.
Foto: Archivo CEV.