Benedicto XVI cumple hoy, 16 de abril, 91 años. Ya han pasado cinco años desde su histórica renuncia el 11 de febrero de 2013 y el Papa emérito continúa cumpliendo años. Hoy pasa esta cita en la intimidad, en el monasterio Mater Ecclesiae, junto a su hermano Georg, de 94 años. Aprovechando el aniversario, recordamos diez frases indispensables de Joseph Ratzinger.
- “Después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un trabajador sencillo y humilde en la viña del Señor”. Estas fueron las palabras que dedicó al mundo tras haber sido elegido obispo de Roma.
- “¿No deberíamos pensar también en lo que debe sufrir Cristo en su propia Iglesia? En cuántas veces se abusa del sacramento de su presencia, y en el vacío y maldad de corazón donde entra a menudo. ¡Cuántas veces celebramos solo nosotros sin darnos cuenta de él! ¡Cuántas veces se deforma y se abusa de su Palabra! ¡Qué poca fe hay en muchas teorías, cuántas palabras vacías! ¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a Él! ¡Cuánta soberbia, cuánta autosuficiencia! Señor, frecuentemente tu Iglesia nos parece una barca a punto de hundirse, que hace aguas por todas partes. Y también en tu campo vemos más cizaña que trigo. Nos abruman su atuendo y su rostro tan sucios. Pero los empañamos nosotros mismos. Nosotros quienes te traicionamos, no obstante los gestos ampulosos y las palabras altisonantes. Ten piedad de tu Iglesia… Tú te has reincorporado, has resucitado y puedes levantarnos. Salva y santifica a tu Iglesia. Sálvanos y santifícanos a todos”. Así se expresó en el Vía Crucis de 2005 en el Coliseo Romano.
- “En un lugar como este, las palabras fallan; al final, solo puede haber un silencio seco, un silencio que en sí mismo es un grito de corazón a Dios: ¿Por qué, Señor, permaneciste en silencio? ¿Cómo pudiste tolerar esto?”, expresó Benedicto XVI el 28 de mayo de 2006 en su visita al campo de concentración de Auschwitz.
- “La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana. (…) No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios”, dijo el entonces Pontífice durante su histórico discurso en Ratisbona en septiembre de 2006.
- “He venido para guardar silencio ante este monumento que fue erigido para honrar el recuerdo de los millones de judíos que fueron asesinados durante la horrible tragedia de la shoah. (…) La Iglesia católica, que está comprometida con las enseñanzas de Jesús y quiere imitar su amor por todas las personas, siente una profunda compasión por las víctimas que son recordadas aquí”. Lo dijo en el memorial del Holocausto de Yad Vashem en Jerusalén el 11 de mayo de 2009.
- “Toda división entre los bautizados en Jesucristo es una herida a lo que la Iglesia es y a aquello para lo que la Iglesia existe”, recogía en su Constitución Apostólica ‘Anglicanorum Coetibus’ sobre la institución de ordinariatos personales para anglicanos que entran en la plena comunión con la Iglesia católica, publicada el 4 de noviembre de 2009.
- “Ser cristiano no es una especie de traje que se usa en lo privado”, afirmó el 30 de mayo de 2011 en la audiencia a los participantes de la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización que él mismo instituyó.
- “Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por si solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso a lazar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento. Estas tentaciones siempre están al acecho. Es importante no sucumbir a ellas, porque, en realidad, conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios”. Así lo dijo en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en agosto de 2011.
- “La Iglesia debe decir adiós al poder, la riqueza y las estructuras burocráticas inútiles para vivir plenamente la fe y abrirse al mundo. Solo cuando sea capaz de librarse de sus lazos materiales su acción misionera volverá a ser creíble”. Así se expresó en septiembre de 2011 durante su estancia en Friburgo en su visita a su país natal.
- “Gracias de corazón y pido perdón por mis errores”, dijo en su despedida como Papa el 28 de febrero de 2013.