El argentino Ricardo Grzona jamás se imaginó que las notas que tomaba en sus retiros espirituales –entre los 19 y 24 años de edad– terminarían siendo un peculiar libro sobre discernimiento vocacional, y mucho menos le pasó por la cabeza que una de sus obras podría ser un herramienta para un sínodo de obispos.
Todo fue tomando rumbo cuando su asesor espiritual, el padre Jorge Mario Bergoglio, quien dirigía aquellos retiros, fue electo sucesor de san Pedro en marzo de 2013; y cuatro años más tarde, cuando Francisco anunció el Sínodo de los Obispos sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, entendió que era necesario desempolvar aquellas notas y comenzar a escribir un libro.
Grzona es conocido en Argentina por promover la reflexión y la oración de textos bíblicos en familia, lo cual hace a través de su Fundación Ramón Pané. Esto lo llevó a trabajar en una obra muy particular, mediante la cual busca orientar a los jóvenes en su vocación pero a través de la ‘Lectio Divina’. Fue así como surgió “Señor, tú me llamaste. 21 pasos para entender tu vocación”, editado por Buena Prensa.
Para entender el llamado
En entrevista para Vida Nueva Digital, Grzona explica que el texto recoge toda su experiencia de oración y reflexión sobre su vocación, experiencia que fue dirigida entre 1977 y 1986 por el actual Pontífice. Deja en claro que no habla en nombre del Papa, sino que más bien plasma lo que él experimentó en aquellos retiros, lo cual pudo recuperar gracias a las notas que guardó durante muchos años como un gran tesoro.
Apunta: “Cuando vi que el papa Francisco estaba convocando a un Sínodo de Obispos para profundizar en los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, pensé que era momento de recuperar mis notas de aquellos ejercicios espirituales, pero poniéndolas en forma de ejercicios de ‘Lectio Divina’, con el clásico formado de cinco pasos. De esta manera, mis apuntes se transformaron en estos ejercicios, que he querido publicar como discípulo del padre Bergoglio, lo cual es un honor para mí”.
Recuerda que en aquellos años él se encontraba en una etapa de discernimiento vocacional, por lo que le solicitó personalmente al padre Bergoglio que lo guiara en los ejercicios espirituales de San Ignacio. El vivía en la ciudad de Mendoza, al oeste de Argentina, pero viajó Buenos Aires para vivir aquella experiencia. Fue el mismo Bergoglio quien posteriormente lo animó a hacer los ejercicios espirituales pero con lecturas relacionadas con los llamados en la Biblia.
Llamados concretos
Explica Grzona que en la Biblia existe una constante en el llamado: “ante una necesidad concreta, Dios –que es concreto–, llama a personas concretas para que, en su nombre, den una solución concreta. En la vida de la vocación siempre las cosas son concretas”.
A las personas que aseguran no entender lo que Dios quiere de ellas, el escritor responde: “Deben mirar a su alrededor porque Dios está llamando desde la propia historia de cada uno, a ser un factor de cambio en su nombre, y llevar los valores cristianos que Él propone para vivir y para enseñar”.
Para el autor, no siempre se entiende la vocación, y cuando se habla de ella, sólo se piensa en sacerdotes y religiosas, “pero la vocación va mucho más allá es mucho más amplia”.
De eso precisamente trata el libro –añade- “nos ayuda a encontrar no solamente nuestra vocación, que en realidad es una de muchas, y no hay que olvidar que la vocación primera, como nos lo acaba de recordar el Papa con mucha fuerza en su exhortación ‘Gaudete et exsultate’, es la santidad”.
Dios sigue llamando
Respecto a los 21 pasos que propone en su libro para ayudar a discernir la vocación, precisa: “Son 21 ejercicios basados en 21 llamados que Dios hizo a personas concretas en la Biblia. Nos permiten identificar cómo Dios llamó a Abraham, a Isaac, a Jacob, a Samuel, al profeta Elías, a Jeremías, a Josué, a Moisés, a la Virgen María, a san Pablo, etcétera”. Para el autor, Dios tiene una forma de llamar a las personas. Y así como llamó en el pasado, así también vuelve a llamar en el presente, y lo hará en el futuro.
En este sentido, recuerda que de los personajes bíblicos casi ninguno ahí era sacerdote, casi todos eran laicos, pero influyeron desde el pueblo de Israel de alguno u otro modo; por ello es importante que distingamos que el primer llamado que Dios nos hizo es a la vida, y luego nos abre el corazón a dimensiones nuevas, y por lo tanto, la vocación se va renovando”.
El libro no es exclusivo para jóvenes: “La juventud es la edad de la toma de decisiones, sobre todo desde la vocación, pero hay personas adultas, de más de 60 años, que se están jubilando o en alguna situación particular, y desean revisar su vida y su vocación. A ellos también les ha servido muchísimo hacer los ejercicios de ‘Lectio Divina’ que les ofrece el libro”.
Fundación Ramón Pané
Ricardo Grzona es director ejecutivo de la Fundación Ramón Pané, creada en 1994, y a través de la cual han dirigido retiros espirituales y ejercicios de ‘Lectio Divina’ en casi todos los países de América, así como en Italia y España.
Explica que cuando el padre Bergoglio lo animó a dedicarse a la evangelización, estuvo buscando algunas figuras que fueran relevantes en su vida, y encontró que el primer evangelizador que llegó a América, en el segundo viaje de Cristóbal Colón, en 1494 era un joven laico llamado Ramón Pané, que estaba asociado a una fraternidad de los hermanos jerónimos, y por eso a él se le llama fray. Él se dedicó a evangelizar a los llamados indios”.
Grzona, siguiendo la imagen de Ramón Pané, quien aprendió las lenguas y los idiomas, ahora busca llamar a los jóvenes en su “idioma”, en su “lenguaje”, por lo que trabaja con mucho ímpetu en el mundo del internet.
Una herramienta para el sínodo
Recientemente el autor se encontró con su antiguo asesor espiritual en Roma para regalarle el libro que de alguna manera está basado en sus enseñanzas sobre las vocaciones. “Quiero regalarle esto –le dijo al Papa– es la guía de cuando yo hacía los ejercicios con usted; ahora la quiero presentar para el Sínodo”.
Adelantó que en octubre próximo, durante el sínodo, llevará el libro a los participantes; “estará a disposición de los padres sinodales para que lo conozcan; ahora está sólo en español, pero tenemos previsto publicarlo en varios idiomas. Lo que quiero es decirles: ‘miren si alguien buscaba una herramienta, aquí hay una que puede ser muy útil’”.