Hace ya dos años y medio que Juan José Omella aterrizó en Barcelona. Desde Logroño hasta la Ciudad Condal, donde le esperaba el cardenalato. En este tiempo le ha dado tiempo a reflexionar y consultar a todos para lanzar su plan pastoral. ¿Su clave? Salir a las periferias. Y así lo hizo público en la tarde de ayer, 22 de abril, durante la presentación de la nueva hoja de ruta de una de las diócesis más pobladas del mundo, que tuvo lugar en la basílica de Santa María del Mar y al que acudieron más de 1.100 personas.
La elección de los presentadores tampoco es casual: dos jóvenes. Y es que estos son piedra angular en la Iglesia que ha dibujado Omella. El domingo del Buen Pastor fue el elegido por el purpurado para lanzar ‘¡SALGAMOS! Orientaciones y propuestas para una conversión pastoral en la archidiócesis de Barcelona‘.Un plan que respira ‘Evangelii gaudium’. Lo ejemplifica con la frase destacada de la exhortación del papa Francisco: “Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo […] prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”.
El auxiliar Sergi Gordo agradeció la contribución de todos los diocesanos que han participado en este proceso consultivo, que se inició el mes de noviembre de 2016 en el acto diocesano de cierre del Año de la Misericordia. Las claves del plan fueron proyectadas en una infografía animada. Los cinco ejes del nuevo documento quedaban gráficamente expresados en una flor de cinco pétalos con Cristo en el centro y los otros cuatro ejes en este orden: los pobres, los jóvenes, la fraternidad y el discernimiento. Esta flor se inspira en la popular loseta barcelonesa que hay en el suelo de muchas calles del céntrico Eixample de la capital catalana.
Aunque primero dejo espacio a uno de sus dos recién estrenados auxiliares, el cardenal subió durante el tramo final del acto al presbiterio para animar a todos a involucrarse en la aplicación del nuevo Plan pastoral y finalmente invitando a reflexionar unos momentos en silencio. Después de unos tres minutos de silencio, el otro auxiliar, Antoni Vadell, también ha subido al presbiterio. Cerró el acto el arzobispo invitando a todos a hacer suyo el Plan pastoral y a “salir a las periferias”.