Este año recibirán la ordenación 430, mientras que en el 2017 fueron 590; pese a la baja, “hay razones para la esperanza y hemos identificado áreas para el crecimiento”, asegura la USCCB
La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB) difundió esta semana un resumen de los resultados que arrojó la encuesta anual del Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA) en la Clase de Ordenación de 2018, la cual da cuenta de un descenso en el número de ordenaciones.
Según el informe, el total de posibles ordenados este año es de 430, lo que contrasta con los 590 que fueron ordenados del 2017; sin embargo, “a pesar de que el número es menor, la información recopilada por la encuesta y la generosidad de los que serán ordenados continúa revelando el importante trabajo del ministerio de vocaciones para el futuro”, señaló el cardenal Joseph Tobin, Presidente del Comité de Clero, Vida Consagrada y Vocaciones de la USCCB.
Para el también Arzobispo de Newark, en el estado de Nueva Jersey, pese a la diferencia de 160 ordenados (27%) entre ambos años, los resultados de la encuesta siguen dando razones para la esperanza, al tiempo que ofrecen áreas para un futuro crecimiento. En este sentido, dijo que es esencial que la Iglesia continúe “haciendo un esfuerzo consciente para alentar a los hombres jóvenes a estar abiertos a escuchar el llamado de Dios en sus vidas y ayudarlos en el proceso de discernimiento”.
El CARA, con sede en la Universidad de Georgetown, recaba anualmente los datos para el Comité de Clero, Vida Consagrada y Vocaciones de la Conferencia Episcopal. En esta ocasión, el 78 por ciento de los 430 posibles ordenados respondieron la encuesta; es decir, 334 varones, que incluyen 252 ordenados al sacerdocio diocesano y 78 ordenados al sacerdocio religioso.
Entre los principales resultados de la encuesta destaca que el 90 por ciento de quienes serán ordenados fueron bautizados católicos cuando eran bebés, mientras que la edad promedio de conversión de quienes se hicieron católicos más adelante, es de 26 años. “Cuatro de cada cinco respondieron que ambos padres eran católicos cuando eran niños, y uno de cada tres tiene o tuvo un familiar que es sacerdote o religioso”.
En este sentido, el padre Ralph O’Donnell, quien se desempeña desde abril del 2015 como director Ejecutivo del Secretariado para el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones de la USCCB, se refirió a la importancia de fomentar la conciencia vocacional.
Explicó: “Una de las más motivadoras estadísticas para observar en este estudio es que el 86 por ciento de los que serán ordenados al sacerdocio este año fueron estimulados a hacer eso por alguien en sus vidas, frecuentemente por su párroco, algún amigo o feligrés”.
“Este hecho –continuó– debe motivar a los fieles en la determinación de alentar activamente a las personas jóvenes que ellos encuentren para que consideren a qué vocación los está llamando Dios y sean generosos en su respuesta”.
Entre los datos que llaman la atención está el hecho de que uno de cada cuatro entrevistados nació fuera de los Estados Unidos; es decir, el 25 por ciento. En comparación, desde 1999, el promedio anual era de 30 por ciento de ordenados nacidos fuera de la Unión Americana, principalmente en México, Vietnam, Filipinas y Colombia.
El estudio revela además que la mayoría de los encuestados consideró por primera vez la opción del sacerdocio a los 17 años, y fueron ordenados en promedio 18 años después, a la edad de 35 años. Casi la mitad de quienes serán ordenados (45 por ciento) completaron estudios superiores en un colegio universitario o una universidad antes de ingresar al seminario. Entre las carreras más comunes que cursaron se encuentran las ciencias sociales, la teología, la filosofía, los negocios y las artes.
Finalmente, con respecto a la participación en los ministerios parroquiales antes de ingresar al seminario, casi tres de cada cuatro encuestados contestaron que sirvieron como monaguillos; en promedio tres de cada cinco sirvieron como lectores, y alrededor de la mitad sirvió como Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión.