La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) aceptó mediar en el conflicto que vive ese país; no obstante, pide frenar todo acto de violencia y que ambas partes faciliten el clima de diálogo.
En días pasados, Nicaragua se vio envuelta en una escalada de protestas contra el gobierno en diferentes puntos de la nación, las cuales han dejado al menos 28 muertos, más de 200 heridos y aproximadamente un centenar de detenidos, según datos de organizaciones no gubernamentales.
Las manifestaciones, principalmente de universitarios y jubilados, se originaron el 18 de abril, luego de que dos días antes fuera aprobada una reforma al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que aumentaba la cuota patronal y de los trabajadores, y que contemplaba un descuento a los jubilados, con la finalidad sanear las finanzas de dicha entidad pública.
Si bien el presidente Daniel Ortega revocó la reforma de seguridad social tras días de violentas protestas, se han sumado ahora a las manifestaciones en las calles algunos movimientos que pugnan por acabar con la corrupción y con la censura a los medios de comunicación; otros que piden la renuncia del mandatario –quien lleva más de 11 años al frente de ese país– y ahora quienes exigen justicia para sus compañeros que perdieron la vida durante las protestas.
Mediadora y pacificadora
En este contexto, en un comunicado leído este martes en conferencia de prensa por el cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua y presidente de la CEN, la Iglesia nicaragüense ha aceptado ser “mediador y testigo” del diálogo convocado por el presidente Ortega.
Sin embargo, los obispos han considerado esencial e imperativo facilitar el clima de diálogo, y que “tanto el gobierno como cada miembro de la sociedad civil evite todo acto de violencia, de irrespeto a la propiedad pública y privada, y prevalezca un clima sereno y de absoluto respeto a la vida humana de todos y cada uno de los nicaragüenses”.
Por lo pronto, la CEN ha convocado a una marcha por la paz para este sábado 28 de abril en la ciudad de Managua, denominada “Peregrinación por la Paz y la Justicia en Nicaragua”.
Al respecto, el obispo auxiliar de Nicaragua, Silvio Báez, invitó en su cuenta de Twitter a “todos a marchar en peregrinación de oración con los obispos de Managua y todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua, para mostrar nuestra fe en el Señor y nuestro amor a Nicaragua. ¡Que nadie falte!”.
En tanto, autoridades de Nicaragua liberaron este martes a decenas de jóvenes detenidos en las protestas de la última semana, mientras que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en Ginebra, instó a las autoridades de ese país a asegurar que haya investigaciones prontas, profundas, independientes y transparentes de las muertes”, muchas de la cuales podrían ser “asesinatos no justificados”.